Este pataki surge en el signo Iroso Ogunda (4‐1) o Iroso Tolda, odun en el que nace la vendimia, o sea, la recolección de uvas para fabricar el vino.
En esta historia yoruba el orisha Obbatalá, dueño de nuestros pensamientos y guía de nuestras decisiones en la Osha, tenía hijos y quería alegrarles, por lo que decide plantar uvas.
Pataki del nacimiento de las bebidas alcohólicas y su efecto en los Hombres
Un día se le acerca el diablo al padre blanco Obatalá y le pregunta:
- ¿Qué haces Obbatalá?
- Y Obbatalá le responde: Yo planto uvas para alegrar el corazón de mis hijos.
- El diablo entonces le dice: Yo puedo ayudarte, espera que ahora regreso y desaparece por un hueco en la tierra.
Al rato regresa Abita (diablo) con un carnero (Abó) y un cerdo (Elede/ Eléddé), un león y un mono, y los sacrifica y vierte la sangre en la tierra al lado de los árboles para que esa sangre fuera absorbida por las raíces de las plantaciones de uvas.
Después de haber hecho esto se retira.
Obbatalá asustado, observa todo lo que había hecho el diablo y preocupado dice en voz alta:
- ¿Qué sucederá cuando los hombres prueben la bebida del fruto de estos árboles?
Las acciones de Abita maldicen la bebida en la Tierra
Pasó el tiempo, los árboles dieron su fruto y Obbatalá se da cuenta entonces del efecto que producía aquella bebida.
Las características de los animales sacrificados por el diablo las adquiriría el hombre que tomase aquella bebida.
O sea, el hombre que bebiera vino en pocas cantidades se transformaba en un hombre dócil como un carnero.
El hombre que bebiera mucho se volvería fiero como un león, pero si bebían demasiado hasta ya no dar más, caerían en el lodo como cerdos y se reirán de ellos como monos.