Nuestra Señora de las Nieves ¡Milagrosa protectora que guía en el peligro!

Nuestra Señora de las Nieves es una de las santas sobre las que la cultura popular ha investigado en menor medida, su origen se remonta a una antigua advocación mariana proveniente del siglo IV.

Su culto se encuentra extendido en Italia, España, Latinoamérica y Portugal siendo considerada Nuestra Señora de las Nieves como Patrona de San Carlos de Bariloche, por lo que fue nombrada como protectora de las montañas nevadas.

El día de Nuestra Señora de las Nieves se celebra cada año el cinco de agosto, fecha en que los devotos le obsequian rosas blancas y velas en sus altares indistintamente.

Esta virgen goza de una apariencia pulcra, pues se identifica portando una larga toga blanca adornada con copos de nieve, material del que se construyen en imitación su corona y reliquias.

La Virgen de la Nieves es la santa protectora de los alpinistas

Esta milagrosa presencia protege a aquellos que se pierden en las montañas nevadas guiándolos hacia un resguardo y destino seguro, de los peligros e inclemencias del tiempo y de la naturaleza.

¿Por qué invocamos a la virgen blanca?

A esta santa blanca se le invoca en búsqueda de protección y consuelo.

Su plegaria puede utilizarse también para sanar viejas heridas y calentar los corazones de aquellos que han dejado a un lado el calor de los sentimientos humanos de amor, compasión y humildad, por lo que se mantienen alejados de la mirada de Dios.

Es esta santa la encargada de propiciar el reencuentro entre estos seres y la fe en el creador.

Poderosa oración a Nuestra Señora de las Nieves para pedir protección:

Virgen Santísima de las nieves patrona y madre nuestra, postramos ante este trono que nuestro filial amor, te ha dedicado entre las bellezas y alturas de nuestras montañas nevadas.
Te suplicamos que derrames tu bendición sobre todos nosotros, sobre nuestros familiares, sobre los visitantes y los alpinistas y que intercedas ante tu divino hijo para que nos conceda la gracia de pasar sanamente el día de hoy y todos los de nuestra vida y que nos apartes siempre de todo peligro espiritual y corporal.
Ante este altar que por alfombra tiene la nieve y por bóveda el cielo, bajo tu mirada dulce y bajo tu manto protector, queremos que se deslicen estas horas de sano esparcimiento y que al terminar la jornada descendamos estas cumbres con el alma más pura y el cuerpo más fortalecido para poder cumplir todos nuestros deberes.
Virgen Santísima de las Nieves ruega por todos nosotros. Amén.