A Oggún le pedimos su inmensa protección ante problemas, enemigos y peligros de todo tipo.
También lo llamamos para que nos ayude a encontrar mejores oportunidades laborales para avanzar en nuestro camino por la vida.
Es Oggún una deidad en el panteón yoruba sumamente venerada por su carácter protector y a la vez es impulsivo, colérico e impetuoso.
Es un Orisha mayor que posee varios sincretismos en la religión católica. Por ejemplo, sincretiza con:
- San Pedro y San Pablo,
- San Juan Bautista,
- San Miguel Arcángel y San Rafael Arcángel.
En la Santería o Regla de Osha, es Oggún el Dios yoruba de la guerra y provoca enfrentamientos y destrucción, pero también ampara la medicina y las curaciones.
Es el dueño del acero y así brinda protección contra los accidentes y ayuda en los trabajos en donde se necesite de su apoyo.
Como patrón del hierro, es también dueño de las herramientas y de las cadenas.
10 Características que definen a Oggún, dueño del monte
El orisha Oggún en la Santería posee un gran significado como deidad yoruba, posee el poder de un guerrero y es protector de los religiosos.
- Oggún es el Orisha de los herreros, de las guerras, de la tecnología, de los cirujanos, del ejército y los policías.
- Es la deidad que asegura los caminos que abre su hermano Elegguá, por eso es el segundo de los Orishas guerreros.
- Se le considera el dios de los minerales, las montañas y las herramientas, pues representa al recolector, al cazador solitario y también al hechicero que vaga por el bosque y conoce todos los secretos.
- Toma la justicia en sus manos, es una deidad inflexible que actúa sin importarle que dirán.
- Ogún es el Osha decisivo en el ceremonial del Pinaldo. Es el que tiene el derecho de sacrificar, ya que le pertenece el cuchillo, el objeto con el que generalmente se realizan los sacrificios.
- Se dice que Oggún representa al solitario hostil que vaga por los caminos. Pero también es trabajador duro, vigoroso, y con la resistencia del metal.
- Es dueño del monte junto con Ochosi, Eleguá, y Osun, juntos son los 4 guerreros principales de la Ocha y los primeros Orishas que recibe cualquier individuo que comience el camino espiritual de la religión yoruba.
Son ellos los que protegerán y guiarán para que avance con seguridad en la religión y en la vida.
- Se le considera protector de militares, soldados, trabajadores, agricultores, cirujanos y de todas aquellas profesiones que trabajen con metal.
- Este Orisha representa la fortaleza y el sacrificio del trabajo. Es la fuerza que encierra la caja del cuerpo humano, el tórax, donde están todos los órganos vitales.
- Está simbolizado por el hierro, todos los metales y también representa la virilidad descomunal en el ser humano.
Una historia de Oggún ¿Por qué es el dueño del hierro?
Cuenta un patakí o leyenda yoruba, que cuando los Orishas decidieron bajar a la Tierra, descubrieron que el camino por el que debían llegar estaba cubierto del bosque denso.
Por mucho que lo intentaron, no podían caminar, a menos que lograran deshacerse de la maleza que impedía el paso.
Fue entonces que Obbatalá tomó su machete plateado (adá fadaká) y comenzó a limpiar el bosque.
Pero después de un tiempo en esa tarea, el Padre Orisha descubrió que su adá se había doblado y ya no era eficiente para abrir camino.
Se ofreció entonces Oggún, para resolver este problema, y descubrió el misterio del hierro (Irin) e hizo un machete de ese material (adá irin).
Con ese instrumento limpió el camino a través del bosque denso, que no volvió a cerrar el paso, y todos los Orishas pudieron atravesarlo y realizar su jornada en la tierra.
Desde entonces Oggún es conocido como el dueño y espíritu del irin, o hierro.
También desde ese momento es el encargado de abrir el paso y proteger a sus hijos en los senderos y caminos más densos que se presentan en la vida.
¿Cómo atender e invocar al Señor de los Hierros?
Oggún, el trabajador solitario y el guerrero impetuoso, el guía por excelencia de:
- Las personas que practican la herrería,
- de los conflictos mundiales a gran escala,
- los avances tecnológicos,
- de los doctores que operan,
- de los policías y
- del ejército nacional de cada país.
Por ello se le reza en estos sentidos y se le solicita su apoyo en situaciones de ese tipo.
Esta deidad puede brindar su inmensa protección de todo tipo de peligros, fundamentalmente a aquellos que con valor luchan en las guerras y batallan por su país.
También ayuda a los que trabajan duro por seguir adelante y se sacrifican en la labor que realizan cada día.
El Orisha premia con mejores oportunidades en el ámbito laboral y aporta fuerza y voluntad a sus devotos.
Es el protector de las entradas y hogares de la humanidad, por lo que se le implora que aleje el peligro y el mal de las casas y familias.
Ofrendas y rezos para el gran Oggún:
A la hora de pedir su favor, debemos recordar que a Oggún se le ofrenda:
- Manteca de cacao, jutía y pescado ahumado, manteca de corojo
- tabaco y aguardiente,
- carne de res o de chivo,
- alimentos como maíz tostado, alpiste, harina de maíz, judías blancas, nueces de Kola,
- frutos como ñame o sandía para refrescarlo entre muchos otros elementos.
- Se le inmolan usualmente chivos, gallos o pollos, gallinas de Angola, palomas y jutías.
Estas ofrendas se le llevan al monte o se colocan en un altar de veneración que realizamos en nuestro hogar.
Y con mucho respeto y devoción para no enfadar a Oggún, le rezamos para obtener diferentes bendiciones, tales como amor, salud, trabajo, alejar enemigos y protegernos.
Rezo corto a Oggún para rogarle paz y protección
Podemos invocarlo para que nos escuche con la siguiente oración, prenderle una vela blanca o verde y a la luz de esta venerarlo.
Oggún ganador de demandas, poseedor de todo lo verde, plantas y árboles del mundo.
Acudo para pedir tu ayuda, para que puedas sanarme en mente y alma.
Concédeme que aquellos que osan a perturbar mi paz e integridad sean desterrados, se sientan apenados y se marchen.
Te pido fortaleza y vigor, eso que tanto posees, para que las batallas sean sencillas.
Cubre mi cuerpo con tu manto de la hipocresía y maldad que tanto acecha el planeta.
Oggún, blande tu machete para protegerme, Ashé