La Virgen de Regla es una santa perteneciente a la Iglesia Católica venerada en diversos países del mundo en especial en Cuba.
Su culto y devoción se extiende por toda la isla, aunque cobra mayor fervor en el municipio capitalino de Regla donde fue construido su santuario.
Los milagros de la Virgen del mar y su patronazgo.
Se considera patrona de los hombres de la mar, pues entre los milagros que se le atribuyen se encuentran el poder de amansar las olas y los temporales.
Hecho que debido al proceso de transculturación que sufrieron los esclavos africanos traídos a la isla la haga semejante a la deidad yoruba Yemayá, Orisha que habita y reina sobre el océano.
La sanidad sobre los enfermos y el socorro ante las adversidades son otros de los milagros que se le reconocen, teniendo además influencia sobre la protección del ser humano, especialmente los viajeros que realizan sus travesías utilizando como vía para efectuar estas el océano.
Tributos e invocación a la Virgen de Regla.
Una de las maneras de invocar a la Virgen de Regla es mediante su oración, la cual es una plegaria de agradecimiento y protección colmada de conformidad y misericordia, que cobra vida gracias a los actos de desinterés realizados por algunos seres humanos.
A esta santa se le ofrendan rosas rojas y se le encienden velas blancas y azules, pues a través de estos colores se le identifica, de ahí que sean los mismos que se pueden apreciar en su túnica.
Oración poderosa a la Virgen de Regla para que remedie nuestros males:
Nuestra Señora de Regla, que libras a los que te invocan de muchos peligros y a los navegantes los guardas en los viajes dilatados y peligrosos y los lleva directamente al puerto que desean.
Acudiendo a ti, se salvan los perseguidos por sus enemigos, los enfermos por ti sanan, los impedidos cobran fuerzas y nuestros males encuentran remedio en ti.
Venerando tu memoria, oh María Regla reina del Cielo, imploramos tu protección y favor, pidiéndote nos alcances de tu hijo divino, el consuelo de una buena conciencia, salud y fuerzas para servirlos a él y venerarte a ti, madre nuestra.
Te pedimos también el remedio de nuestras necesidades y especialmente las de aquellos por los que te realizamos esta oración, esperamos señora por tu intercesión, conseguir lo que pedimos por la eficacia de tus ruegos ante el altísimo. Amén.