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¿Cómo nació Yemayá y la leyenda de la Virgen de Regla?

Yemayá y Regla

El sincretismo de Yemayá y la Virgen de Regla en la Santería comenzó desde la colonia, cuando la celebraban los españoles católicos cantando villancicos y la alababan los esclavos africanos con toques de tambores y ofrendas. Fue así como nuestros ancestros adoraban a ambas deidades en una sola fe.

Dos deidades en la fuerza de las aguas

La Santísima Virgen de Regla es la madre de Dios, protectora de la bahía, se dice que reside en su orilla, cuidando a sus fieles, es misericordiosa, ampara y cobija con su manto azul a todo hijo que lo necesite.

Yemayá en la religión yoruba es la madre de todos los Orishas, el mar es su reino y su templo y las olas la llevan hasta sus hijos, y así danzan la santa y la orisha en un solo mar de fe que entrelaza creencias.

La Historia Yoruba de Yemayá, la diosa del mar yoruba

De Yemayá, Madre del Mundo, se dice que es el mar mismo. Ella es la marea calmada y brillante que refleja el sol, pero también las olas que braman oscuras por la descarga de la tormenta.

Al principio en el mundo solo había fuego y rocas ardientes, pero el creador, Olofin, quiso que el mundo existiera y convirtió el vapor de las llamas en nubes. Así, el fuego fue cediendo poco a poco, dejando paso a la tierra.

De las nubes bajó el agua y entre las rocas se formó Olokun, el Océano misterioso a quien todo el mundo teme. Luego surgió el mar en las venas de la tierra, para que la vida se propagara.

Así nació Yemayá, la Madre de las Aguas, la que da vueltas como las olas y gira como los remolinos del océano, la que regala caracoles, algas y peces a sus hijos, la que bendice la tierra y defiende a sus fieles.

La Historia de la Santísima Virgen de Regla

Por allá por 1660 se erigió en el caserío de Regla, en Cuba, en terrenos del ingenio Guaicamar, un bohío que cobijaba una imagen de la Virgen de la Regla de San Agustín.

Se dice que el Obispo San Agustín «El Africano» tuvo una revelación de un ángel que le ordenó tallar en madera la figura de la virgen y colocarla en su oratorio. La llamó Virgen de Regla y después de su muerte, un discípulo llamado Cipriano embarcó con la imagen en una nave rumbo a las costas de España.

Así nació la leyenda que refiere que a pesar de una tormenta que los sorprendió en medio del estrecho de Gibraltar, ni Cipriano ni la embarcación naufragaron, lo que fue considerado un milagro por marinos y pescadores.

La legendaria virgen fue considerada con los años, patrona y protectora de todos los marinos. Así, Juan Martín de Coyendo, decidió construir para ella una ermita en un pueblo habanero besado por el mar.

A Regla, en 1664, llegó a La Habana una nueva imagen de la Virgen, traída por el sargento mayor, don Pedro de Aranda y fue instalada en la ermita. El 23 de diciembre de 1714 la Virgen de Regla fue proclamada patrona de la bahía.

Y hasta hoy se veneran a la diosa yoruba y a la santa católica bajo una misma fe, testigo de la religiosidad afrocubana que llena de amor cada 8 de Septiembre, día en que su festividad tiene cita. Es interesante conocer de donde nacen las historias, como la fe ha crecido desde entonces y el gran poder que acompaña a estas hermosas madres.

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