2 Oraciones para evocar a la Virgen María ¡Madre, atiende mis súplicas!

La oración es un arma poderosa que no causa daño, pero sí penetra espiritualmente en el corazón de quien la pronuncia infundiendo un cambio en la persona y fomentando en su alma la fe.

A través de la plegaria se crea un vínculo indisoluble con el espíritu santo, las oraciones que ofrecemos en este artículo van dirigidas a la virgen María, santa protectora de la humanidad, quien intercede ante su hijo para ofrecer ayuda a los seres humanos.

1. Madre María ¡Bajo tu amparo nos acogemos!

Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos siempre de todos los peligros, Virgen, gloriosa y bendita.

Significado del rezo:

“Bajo tu amparo nos acogemos” es una plegaria cuya autoría es desconocida.

El pueblo cristiano la ha empleado a lo largo de los tiempos para realizar una evocación a la Virgen María en pro de obtener su ayuda y bendiciones.

La protección es la principal empresa que se persigue a través de estos versos, donde se reconoce a la Virgen María como madre de Dios y protectora de la humanidad.

El hombre necesita la protección y la ayuda de María para seguir adelante, sobre todo en los momentos en que la solución de sus conflictos se observa muy distante.

Es preciso no rendirse, no perder la fe y encontrar en la Virgen la fuerza necesaria para continuar.

2. ¡Acordaos! Rezo a la Virgencita

Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a vuestra protección, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro, haya sido abandonado de vos.
Animado por esta confianza, a vos también acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante vuestra presencia soberana.
Oh Madre de Dios, no despreciéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén.

¿Cuál es el significado de esta plegaria?

“Acordaos” es el título que recibe la plegaria que antiguamente fuese atribuida a San Bernardo de Claraval, hecho que actualmente ha sido motivo de polémica pues se cree que su autoría es de origen desconocido.

Mediante esta súplica el religioso consciente de sus pecados y sus faltas acude ante la virgen para ser reconfortado y obtener la redención, esperanzado porque la madre universal interceda para lograr el socorro de sus problemas y reflexivo de ser llevado por el sendero de Dios.