¿Cómo el adivino Orula logró convencer a Olofi de vivir en la Tierra?

Orunmila quería bajar a la tierra y pasar tiempo con sus hijos, pero sabía que lograr ese permiso con Olofin le sería muy difícil.

Por tal motivo tomó su tablero y su ékuele y se consultó, saliéndole Ogbe Osa, por este odun Ifá le recomendaba al adivino realizar tres ofrendas al Orisha para ganar sus beneficios.

Pataki donde Orula en Ogbe Osa ofrendó a Olofin tres gallinas

Entonces Orula comenzó a pensar qué cosa podía ofrecerle a Olofin para obtener su permiso.

Interrogante que era muy difícil de descifrar pues el Orisha vivía rodeado de lujos, mientras que este no poseía más que tres gallinas en su patio.

El oráculo de Ifá bajó a la tierra y al llegar a esta se sintió bien acogido por sus descendientes.

Permaneció tranquilo disfrutando de la paz que le traía una vida sin presiones y al cumplirse un mes de su estadía Olofin lo mandó a buscar.

Este en su lugar, le envió una gallina blanca y le pidió que lo dejase permanecer un mes más en la tierra, petición a la que Olofin accedió.

El oráculo promete a Olofi cumplir desde la tierra su destino

De este modo Orunmila continuó viviendo plácidamente sobre la tierra y cuando se cumplieron tres meses de su estadía Olofin requirió nuevamente su presencia en el reino de los cielos.

Orula en respuesta a lo sucedido decidió enviarle una segunda gallina, siendo esta pintada.

Olofin al verla se mostró asombrado por la belleza de su plumaje y accedió a la súplica del adivino de Ifá dejándolo vivir junto a sus hijos.

Al año de que Orula se hallaba en la tierra, Olofin le realizó un tercer llamado exigiéndole que regresara al cielo, el oráculo le envió su última gallina.

Esta era completamente negra, con este regalo Orula le adjuntó una nota a Olofin en la que le pedía vivir de forma permanente sobre la tierra por haber encontrado allí un hogar junto a sus hijos quienes le rendían adoración.

Entonces prometió desde su nueva posición cumplir con todos los deberes que el Orisha Supremo le encargara.

Orula es el gran consejero de la humanidad, guía de los seres humanos

Desde ese día Orunmila vive sobre la tierra llevando en alto la palabra de Ifá y la religión yoruba.

Este, mediante su tablero y demás atributos guía a la humanidad hacia un futuro mejor, los signos de Ifá y sus patakis son las advertencias y consejos que entrega al hombre para que salga ileso de las adversidades.

La gallina negra que fue el último regalo que recibió Olofin se convirtió en la comida predilecta del adivino, en homenaje al papel que esta jugó en su permanencia en el plano terrestre.