2 Historias de la Diosa Oshún donde salva con su "Miel de abejas"

Oshún la diosa del amor y la miel, de los ríos y las aguas dulces del mundo, una vez fue la salvadora del adivino Orunmila utilizando sus sagrados pañuelos.

Cuenta la historia que los enemigos de Orula deseaban su muerte por envidia, por ello Oshún cuando se enteró dónde estaba como prisionero se presentó para liberarlo.

Al que estaba a cargo del encarcelamiento del adivino lo emborrachó con Otí (aguardiente) y lo endulzó con su oñí (miel de abeja), la poderosa miel de la cual es dueña en la Osha.

Oshún logró emborrachar y convencer al carcelero de que ella estaba enamorada de él, y cuando lo logró le quitó las llaves que abrían la celda donde estaba preso Orula.

Allí lo disfrazó con sus pañuelos hasta quedar la diosa completamente desnuda ante el adivino Orunmila quien se enamoró de ella al instante, de su gran belleza y dulzura.

Fue así como la hermosa Oshún llegó a ser su mujer luego de haberlo liberado de aquel encierro al que fue sometido por la envidia de sus enemigos.

La Historia de Oshún cuando rescata a Oggún del Monte

Oggún el dueño del monte, el dueño del hierro y todos los metales, el orisha de fuerza descomunal que no descansa ni de día ni de noche, estaba internado en el monte, y el padre blanco Obatalá junto al resto de los Orishas quería sacarlo de allí.

Los esfuerzos de todos terminaban en fracaso y no podían hacer que Oggún saliera del monte en que se encontraba sumergido en el trabajo.

Fue cuando la diosa africana Oshún, la dueña del oro y las riquezas de la tierra, de las aguas cristalinas de los ríos y sus secretos, se apareció ante el guerrero Oggún utilizando su oñí (miel de abejas) como arma secreta para lograr su cometido.

Utilizando una jícara con miel le cantaba dulcemente, como solo ella, diosa de la dulzura lo sabe hacer, y le fue untando su deliciosa miel en los labios del fuerte guerrero.

Poco a poco lograba que el dueño del hierro la siguiera paso a paso como hipnotizado por su belleza hasta la ciudad donde se encontraba Obatalá y todos los Orishas.

Fue así como lograron encadenar al guerrero y llevarlo ante la presencia del gran padre Orisha Obatalá.

Oshún con su dulzura y astucia, su belleza y el poder de su miel, logró culminar aquello que las demás deidades no lograron.