Existe un viejo proverbio que expresa entre flores y amores está hecho el mundo, realidad que no se mantiene lejana de los avatares donde los Orishas son protagonistas.
Oshún la Orisha más bella, vivió muchos amores en su paso por la tierra, pero ninguno fue tan hermoso e intenso como el que sintió por Kawó Silé, el hombre de la guayabera.
Está pasión fue tan desenfrenada que la deidad fue capaz de enfrentar importantes fuerzas sobrenaturales con el único fin de conquistar el corazón de Shangó, llegando a realizar grandes sacrificios siendo el más importante de estos el que implicó su propia existencia terrenal.
Oyá y el pacto con la muerte Ikú
Esta historia debe comenzar explicando que Shangó se encontraba relacionado sentimentalmente con Oyá la reina de los muertos y tras una dolorosa ruptura la santa acudió a la muerte con el fin de proponerle un pacto del que se arrepentiría la vida entera.
Oyá le prometió a Ikú que le proporcionaría alimento siempre y cuando esta se mantuviera en la puerta de su ilé para impedir de este modo que Shangó pudiese salir de la morada.
Muy pronto los rumores del cautiverio de Kawó Silé se extendieron por todos los hogares de los Orishas llegando a los oídos de Oshún.
La diosa Oshún hace ebbó por consejo de Orula
Esta no dudo en tratar de buscar una solución para ayudar a su amado por lo que acudió a casa de Orunmila el gran Oráculo de Ifá con el fin de que la ayudara en la resolución de este menester.
El sabio Orula socorrió a Oshún y le marcó realizar ebbó para salir victoriosa en la tarea que iba a llevar cabo, indicándole que si quería rescatar a Shangó debía colocar el ebbó en la puerta de la casa de Oyá donde asechaba la muerte, no sin antes advertirle de los peligros que corría ante tan arriesgado evento.
Shangó y Oshún en el amor
Sin dudar Oshún partió al encuentro de la muerte y en un descuido de la misma colocó el ebbó a sus pies, este consistía en una serie de bebidas y alimentos que agradaban mucho a esta entidad y que Ifá aseguraba que sería una tentación que no podría resistir.
Al verlos se abalanzó sobre ellos y después de haber bebido y comido hasta saciarse cayó en un profundo sueño.
Tras este suceso y de forma muy rápida la santa liberó a Shangó de su cautiverio, este en agradecimiento le preguntó de qué forma podría ser recompensada por su valentía, a lo que Oshún respondió que solo quería su amor.
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