Para las raíces del pueblo cubano, África representa un elemento vital presente en todas las esferas, desde la religión y la cultura hasta la gastronomía y la tradición.
La historia cubana refleja que, debido al proceso esclavista, muchos africanos fueron forzados a emigrar a Cuba en tiempos coloniales.
Pero al llegar, mantuvieron el culto a sus dioses, y también de sus costumbres y tradiciones que fueron construyendo un poderoso legado que perdura hoy.
En la Isla, las tradiciones africanas se unieron a otros elementos, en un proceso conocido como transculturación, que a la larga dio lugar a varios sistemas religiosos en los que se mezclaron las creencias y prácticas religiosas de la cultura yoruba y del catolicismo.
Del sincretismo religioso surgieron cuerpos litúrgicos como:
- La Regla de Ocha o santería
- La Regla de Palo o mayombe, procedente del Congo y Angola
- La sociedad secreta Abakuá, procedente de Nigeria
Cada una de estas expresiones religiosas mezcló su culto y lo adaptó a la forma cubana, uniendo lengua y prácticas sociales y religiosas y dando pie a un fuerte intercambio cultural entre distintas prácticas.
Quedó entonces, una Cuba fundida entre numerosas creencias:
Religiones de origen africano:
- Regla Conga o Regla de Palo Monte
- La Regla de Ocha o Santería
- El Vudú.
- Sociedad Abakuá
Religiones de origen europeo:
- El Espiritismo
- El catolicismo
- El cristianismo
¿Cómo el culto africano resistió en la historia? Raíces de rebeldía y fe
Los esclavos africanos aprovecharon los hábitos católicos de sus amos y unieron sus cultos a las figuras de esa religión para poder seguir practicándolos.
Así lograron mantener sus fiestas, su música y sus muestras de fe a la hora de convocar a las deidades ancestrales, resistiéndose a que se les fuera impuesta una religión distinta.
Para los años 1880 y 1900 se destacan en la sociedad cubana ya cristalizada, las expresiones religiosas africanas mediante figuras como Andrés Facundo Cristo de los Dolores Petit, fundador de la Regla Kimbisa, Lorenzo (o Ciriaco) Samá y Adyai Latuán, quienes contribuyeron a unir las creencias africanas con las católicas y espiritistas, y difundirlas entre el pueblo de la Isla.
No obstante, durante la república neocolonial, las prácticas afrocubanas y espiritistas fueron discriminadas y llevadas a la práctica en secreto de sus cultos.
El importante legado que vivimos en la actualidad…
Pero en estas últimas décadas, las expresiones religiosas africanas son valoradas como parte esencial de las raíces cubanas y elemento representativo de cultura y religión.
Miles de cubanos las practican y les muestran devoción a sus dioses públicamente y rodeados del respeto y la aceptación.
Hoy en día podemos disfrutar de ese valor que han incorporado a la sociedad cubana las prácticas religiosas africanas en lugares como la Casa de África y los museos de Regla y Guanabacoa, además de la sede de la Asociación Cultural Yoruba de Cuba.