Romerías del Rocío: festividad para celebrar a la Virgen ¡Rezos hermosos!

La advocación mariana que se venera en el Santuario del Rocío ubicado en Almonte, es conocida como la Blanca Paloma o Virgen del Rocío.

A esta santa originaria de la provincia de Huelva, en España, se le atribuye la realización de numerosos milagros entre los que destacan los relacionados con la salud y la unión familiar.

La fiesta de la Virgen del Rocío:

Esta se realiza el lunes de Pentecostés de cada año, momento cuando la Virgen sale en procesión por las calles sujeta en brazos de sus fieles devotos realizando un recorrido por las calles principales del pueblo.

Su fiesta se relaciona con los días de celebración en el mes de mayo o junio nombrados tradicionalmente como El Rocío, pues así se llama al conjunto de la romería, fenómeno que entre religioso y folclórico ha pasado dejando huella en la cultura española a través del tiempo.

La Hermandad Matriz de la Virgen es radicada en Almonte, esta se creó en el siglo XV y asume la difícil misión de difundir la devoción a la Blanca Paloma por toda Europa y el mundo, llevando consigo mensajes de fe y de paz hacia todos los seres humanos que sean receptivos a su palabra.

Oración poderosa a la Virgen del Rocío para una petición especial

Madre mía del Rocío para mí es seguro que nunca será demasiado lo que esperé de ti y que siempre tendré más de lo que hubiese esperado.
Ayúdame en todo que en ti confío y gracias porque siempre estás conmigo. Amén

A continuación, se realiza una petición acompañada de acción de gracias y se reza un padre nuestro y tres aves María.

Rezo a la Virgen del Rocío, nuestra señora de fe

Madre de Dios y Madre Nuestra, Virgen del Rocío, a quién con devoción veneramos, en la entrañable advocación del Rocío:
Manifiesta a tus hijos tu ternura, amparando a quienes te llevamos en el corazón, socórrenos en nuestras necesidades, consuélanos en nuestra aflicción.
Danos el auxilio de tu ayuda para salir del pecado. Y alcánzanos del Señor el perdón de las muchas culpas con que hemos ofendido a tu hijo Jesús.
Señora madre nuestra, intercede por nosotros para que, libre de los males espirituales y temporales, sirvamos al señor en santidad y justicia, todos los días de nuestra vida.
Así, bajo tu amparo y patrocinio llegaremos a tener parte contigo, en el gozo del reino de los cielos. Amén.