¿Cómo se pide permiso a Yemayá para entrar en el Mar y abrir caminos?

Con esta poderosa oración a Yemayá, la madre del mundo del panteón yoruba, puedes pedirle de corazón lo que necesites, aliviar tus angustias y encontrar fuerza en tu vida.

Es ella la soberana absoluta de los hogares, la protectora de la familia, del vientre, de la vida.

Lo más importante no es la ofrenda en sí, sino la fuerza y amor con la que deposite su confianza en ella y así llegará hasta ti, en una danza misericordiosa sobre la superficie de las aguas para bendecirte.

Olokun también está unida y muy relacionada a Yemayá, es una deidad proveedora de mucha salud, y paz en la vida. Como dios de las profundidades del océano, también puedes invocarlo en sus aguas.

¿Qué se le ofrece a Yemayá en el Mar?

Yemayá siempre está presente cuando con fe y amor sus devotos la invocan.

Entre las ofrendas que le encantan saborea con gusto el azúcar del melao, las frutas como la sandía y la piña, también los cantos y rezos la atraen a las orillas de sus aguas.

Llega a su templo, ya sea una costa, una desembocadura, una playa, e intenta tocar sus aguas, siente el alivio y la energía que transmite su poder y conversa con la madre de todos los Orishas.

Ella aceptará las ofrendas que le entregues, flores, sus alimentos favoritos, una vela encendida en su nombre, lo importante es que lo hagas con fe, agradezcas y hagas tu petición desde la bondad.

Esta poderosa Orisha aceptará como una madre cuando un hijo le habla todas tus peticiones, pero recuerda que ella escogerá el mejor camino para ti, no siempre lo que queremos es lo más adecuado, debemos soltar, aceptar, confiar.

Al final del artículo dejamos algunos rituales para Yemayá para realizarlos paso a paso.

7 Razones por las que debemos confiar en el poder de Yemayá

Yemayá es una fuerza de la naturaleza capaz de transformar nuestras vidas, es ella la deidad yoruba que gobierna nuestros hogares, la abundancia y fertilidad.
Brinda sentido al amor, la humildad y la familia, sobre todo a las personas que viven bajo un mismo techo.
Genera los más profundos sentimientos de amor entre parejas, y familias, dando sentido y fuerza a los lazos entre padre, madre e hijos.
Es la diosa del mar, patrona y protectora de los náufragos, madre de todas las cabezas humanas, el mismo vientre del mundo.
Representa la majestuosidad de los mares y su energía es inmensa como dueña de los océanos, y las aguas saladas.
No hay nada en este mundo que Yemayá no pueda solucionar, ella brinda salud, riquezas, estabilidad y bienestar en nuestras vidas.
Se sincretiza con el poder de la Virgen de Regla, santa que cuida y ampara a sus hijos, sobre todo si necesitan cruzar los mares de sus reinos.

Y es que durante la esclavitud los africanos afincaron su fe a fuertes raíces, y se apoyaron en el “sincretismo”.

Una forma de perpetuar sus cultos tradicionales sin la intervención de sus amos, mismos que no toleraban y, consideraban inadmisibles tales “manifestaciones paganas” en sus tierras.

La oración de Yemayá diosa del mar, para abrir caminos con sus aguas

Cuando vayamos al reino de la diosa Yemayá, el mar, podemos invocarla con nuestros pensamientos, nuestras palabras o con un rezo que nos ayude a conversar con la orisha madre.

Si puede lleve una vela azul o blanca, y enciéndala antes de invocarla.

¡Salve, estrella del mar, poderosa diosa, madre y defensora de todos los que navegan en los agitados mares de la vida!
Tu séquito de ayudantes, sirenas, ninfas del mar nos encomiendan a tu valiosa protección, para ser nuestros guías, protectores, consuelo y aliento durante las tormentas de la vida terrestre.
Nos refugiamos llenos de confianza y fe en tu aura y manto vibrante.
Sé nuestro guía, sé nuestro faro, sé siempre nuestra estrella divina resplandeciente que nos guía, para que nunca perezcamos ni fallemos hacia la ruta segura que nos hará desviarnos de las rocas del mar embravecido de la vida material.
Aceptar mi humilde devoción como símbolo de mi cariño y esperanza, para que pueda recorrer el camino vital con mente y cuerpo despejados sin los fluidos negativos que puedan entorpecer mis actividades.
Que así sea.