1. No pierdas la fe.
Nunca pierdas la fe y la perseverancia. Levántate con la certeza de que todo saldrá bien, que nunca estamos solos, que las bendiciones llegan cuando tengan que llegar, que tus Orishas son los que deciden y que tú tienes esa fuerza capaz de romper obstáculos.
2. Si no te trae paz, suéltalo.
Todo aquello que no traiga paz a tu vida y te estorbe, déjalo ir, no te ates a nada, recuerda que somos necesarios, pero no imprescindibles. Babá Obatalá me ha enseñado a tener paciencia, a soltar todo lo que no pueda llevar y me pesa. Mi Iya Oshún a sonreír en los momentos más difíciles, aunque esté despedazada. Aprende a soltar y sigue adelante.
3. Todo sucede por algo.
Cuando creas que la vida te ha dado la espalda confía ciegamente en tus Orishas. Un nuevo día te es ofrecido para lograr aquello que anhelas, esa nueva oportunidad no la malgastes y aprovéchala. Nadie nos dijo que fuese fácil, los Orishas nos guían, pero nosotros somos los que debemos ser capaces de dejarnos guiar y esforzarnos al máximo.
Ten presente cada día que todo sucede por algo, aunque estés pasando el peor momento, con el tiempo descubrirás el significado de los acontecimientos, también lo malo, aunque parezca raro, trae cosas buenas. Confianza, ánimo y mucha fe abures.
4. Ten paciencia, todo llega.
La paciencia es una virtud que Babá Obatalá nos enseña cada día, es como un músculo que debes ejercitar porque no se obtiene de un día para otro, es el arte de tener ilusiones y muy pocos la conservamos. Si tenemos paciencia todo lo que nos propongamos lo obtenemos.
El fruto de ella es muy dulce y va siempre acompañada de sabiduría. Aprendamos a tener paciencia en todo nuestro entorno, pero también con uno mismo. Las cosas buenas siempre tardan un tiempo, haz como las aguas de los ríos de Iyá Oshún que son pacientes, no tienen prisa, saben que llegarán a su destino algún día. Aprende a esperar las cosas que están tardando más de lo que esperabas.
5. Aprende a perdonar.
No debemos dejarnos llevar por la ira y el odio, ya que puede traer consecuencias negativas a nuestra vida. Sé que puede resultar difícil obviar ciertas y determinadas actitudes, pero si pierdes tus estribos te estás afectando a ti mismo, aunque no lo creas.
Pidiendo perdón demuestras tu grandeza, recuerda, una cosa es perdonar y otra olvidar, no somos locos para borrar lo que nos hizo daño, pero déjalo todo a tus Orishas, ellos saben quién te ofende y porqué lloras, pero también saben a quién tú ofendes y a quien haces llorar. Recuerda que todo lo que lances regresará a ti.
6. Ayuda hasta donde puedas.
Aprende a contar con los dedos y no con todas las personas, sé selectivo para evitar decepciones. A veces damos de corazón todo lo que tenemos y mucho más, pero en ocasiones tu ayuda se convierte en una obligación y los favores realizados anteriormente pierden importancia.
Recuerda siempre brindar ayuda mientras esté a tu alcance, pensando en ti y en tus posibilidades. Sé comprensivo contigo mismo, a veces dar mucho y recibir poco también agota.
7. No olvides que eres especial.
Todos nacemos con un brillo y un Ashé que nos hace únicos y especiales. Imitar al otro desarrolla sentimientos de envidia, odio y deslealtad. Brillar no significa ser bello físicamente, sino ser virtuoso, honrado, leal, sacrificado, saber perdonar, honrar y superarnos.
No intentes brillar como otros, brilla y ámate en todo lo que haces. Ama tu vida, tu religión, ama a cada uno de los que bendices. Que este consejo les brinde claridad en sus actos, bienestar y los haga brillar aún más.
8. Siempre que llueve, escampa.
Muchos estamos atravesando momentos difíciles y a veces sentimos que la situación será permanente, pero debemos recordar el refrán que dice: «Siempre que llueve, escampa» y es cierto. Sé que es fácil decirlo y muy difícil conseguirlo, pero es posible con una actitud positiva.
Lo lograrás con mucha fe y esperanza en tus Orishas y pensando siempre que todos tus sacrificios hoy serán recompensados mañana. Siendo fuertes superaremos los obstáculos, pero siendo débiles sufriremos hasta que escampe. ¡Maferefun la Osha!, que me enseñó a disfrutar de la lluvia y también de la sequía.
9. Actúa con inteligencia.
Hace mucho solía irritarme por personas que perturbaban mi tranquilidad día a día y lo peor de todo que lo hacían camuflajeadas. Shangó me enseñó a ignorar, irritarme no me conducía a nada y me hacía daño, al final ellos reían y yo sufría.
Cuando nos enojamos la lengua actúa más rápido que la mente, dices lo que no debes y sucede lo que no quieres. Actúa con inteligencia, recuerda que la ignorancia hace más daño que cualquier otra cosa. ¡Hay que darse baños con quimbombó de Shangó!
10. Todo sucede a su tiempo.
A veces todo parece imposible y de repente se hace posible. Cuando Olofin, los Orishas y Eggun te ponen o quitan de un lugar sea bueno o malo, ellos saben por qué lo hacen, no reniegues, no maldigas, en ese momento quizás ni por asomo encuentres la razón, talvez pase mucho tiempo y cuando menos lo esperes y sea oportuno encontrarás la respuesta de esa pregunta que tantas veces te daba vueltas en tu cabeza. Ten fe y confía.
