Oggún conforma la trilogía de los Orishas guerreros junto a Elegguá y Oshosi. Es uno de los santos más poderosos pertenecientes al Panteón Yoruba. Este santo es sincretizado con San Pedro en la Religión Católica, siendo además relacionado con la virtud del trabajo.
Dicho Orisha habita en la espesura del monte, lugar de donde fue sacado gracias a la magia de la miel de Oshún.
Oggún se posesiona también en las líneas del ferrocarril, lugar donde trabaja sin descanso de sol a sol y donde se realizan muchas de sus consagraciones santorales.
Los Colores del guerrero Oggún
Sus colores son el verde y el negro, su número es el tres y el día favorable de la semana para atenderlo es el martes, aunque puede recibir ofrendas cualquier otro día.
Oggún es un santo que siempre está preparado para guerrear por lo que representa los actos bélicos y los sacrificios que se realizan con este fin.
Este santo es el dueño del quirófano y de todos los instrumentos de trabajo que se componen a partir del hierro, metal representativo de la deidad africana. Es una deidad justiciera que no admite las injusticias, ni el levantamiento de falsos testimonios en su presencia.
La deidad de la guerra y del trabajo duro se representa a través del color de la naturaleza.
El verde es un color energéticamente poderoso, este no solo representa la esperanza, también encarna a la naturaleza mediante su follaje verde y espeso.
Esta tonalidad representa la vida, ofrece calma y reconforta el espíritu aportando paz a la persona que la observe por lo que se considera un color anti estrés.
Este Santo guerrero se manifiesta a través de los elementos naturales que toman el tono verde motivo por el que se cree que su espíritu habita en la manigua.
A través de dicho tono la deidad refleja la juventud, divino tesoro en la vida de todo ser humano y animal, marca nuevas etapas y cambios, los que muchas veces vienen acompañados de la toma de grandes y drásticas decisiones.
La noche se refleja sobre el traje y el eleke de Oggún Choro Choro.
La noche se representa mediante el color negro, horario del día donde el Orisha guerrea y realiza trabajos religiosos fuertes, donde establece pactos con espiritualidades ancestrales y de fundamento.
El color negro representa lo infinito y los secretos del destino de la humanidad que quedan resguardados bajo el cuidado de Orunmila el gran Oráculo de Ifá.
Este tono refleja de forma figurada la presencia de la tierra sobre la que vivimos, a la que posteriormente y llegado nuestro día descenderemos y a la que nos debemos en respeto y gratitud.