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¿Qué Herencia nos dejaron los Africanos? Un legado atesorado en Cuba

Qué herencia nos dejaron los africanos

Nunca los colonos habrían esperado desatar tan vasta cultura y legado histórico.

La entrada de negros esclavos en América fue una de las primeras medidas que dictaron los colonialistas españoles para el trabajo y desarrollo en sus dominios, pues los aborígenes comenzaron a fallecer por lo fuertes y penosas que eran las labores que se les forzaba a llevar a cabo.

Así que la solución para los dueños de haciendas fue la entrada de otra mano de obra, en este caso la africana, caracterizada por su robustez y vitalidad.

El objetivo fue que cultivaran las tierras y realizaran otras obligaciones también caracterizadas por su dificultad.

No se conoce exactamente el número de esclavos introducidos en Cuba para trabajar en las plantaciones azucareras y cafetaleras, pero se sabe que el proceso esclavista fue mucho más extenso que en otros territorios del Caribe.

La esclavitud fue un crimen largo y violento contra África, pero también fue un símbolo de rebeldía y fe que quedó fuertemente ligado a las raíces identitarias de la nación cubana.

Algunos aportes de los africanos a nuestra cultura: Costumbres y tradiciones

Los esclavos hicieron un aporte inmenso al panorama cultural cubano y dejaron sus tradiciones en muchas esferas de la vida.

Los africanos trajeron consigo sus cantos y ritmos, sus credos y sus dioses, su estilo culinario, su lenguaje y su inmensa fe, entre otros muchos aspectos.

A su llegada a Cuba no les permitieron mantener sus creencias, por lo que en aras de ocultarlas de sus amos y seguir practicando su religión, decidieron mezclar sus cultos con los rituales de la religión católica y esa unión de patrones dio origen a la cultura popular que hoy profesa la población cubana, exponente de un llamativo sincretismo.

Es innegable el toque africano al proceso de formación de la nacionalidad cubana y su influencia en la identidad de esta nación.

Además, contribuyó al fortalecimiento de la historia y las tradiciones populares cubanas mediante la participación de muchos africanos en las guerras de independencia.

Estos acervos culturales heredados de los esclavos africanos enriquecen los diversos ámbitos de la sociedad cubana actual con un muy variado conjunto cultural que no tiene igual en el mundo entero.

Cuba es un inmenso ajiaco, diría el antropólogo Fernando Ortiz.

Nace el sincretismo religioso como parte de la aculturación en Cuba

Una de las expresiones religiosas que con mayor fuerza quedó en la ideología y la fe del pueblo cubano fue la religión yoruba.

Sin embargo, al sincretizarse las deidades del panteón yoruba con Santos católicos, se formó lo que hoy se conoce como Santería o Regla de Osha, y es un culto sumamente difundido y practicado en Cuba.

Al no poder adorar a sus dioses libremente, lo hicieron a través de los santos e imágenes de la religión cristiana católica y se produjo la transculturación, en la Regla de la Ocha o Santería.

Los Orishas y Santos más venerados a partir del sincretismo son:

  • Obatalá: padre Orisha, es la deidad africana de la pureza. Se asimiló a la Virgen de las Mercedes.
  • Oshún: diosa del amor y los ríos. Encarnó en la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba.
  • Shangó: dios del trueno, el fuego y los tambores. Se equiparó a Santa Bárbara.
  • Yemayá: madre de la vida y diosa del mar. Sincretizó con la Virgen de Regla, patrona de la bahía de La Habana.
  • Babalú Ayé: deidad africana de las pestes y dolencias. Sincretizó con San Lázaro, milagroso protector de la salud
  • Elegguá: Señor de los Caminos y el Destino. Se sincretizó en el Niño de Atocha o San Antonio de Padua.
  • Oggún: Patrón de los Metales. Sincretiza con San Miguel y San Pedro.
  • Orula: El adivino e intérprete de la palabra de Ifá se une al culto de San Francisco de Asís.

Estos santos, cómo se les llama comúnmente, son sumamente adorados por la población cubana y poseen cultos que entrelazan religiones, muy populares hoy en día.

De nuestra África llegaron estilos de vida, el baile y la música

La vida en los barracones, que se caracterizaban por el hacinamiento extremo, era dura.

Los esclavos africanos no eran tratados como personas, por lo que la sola existencia se hacía penosa.

Por eso podemos decir que uno de los aportes más generalizados a la cultura cubana fue el baile.

Sobre todo, se popularizó el «baile de tambor» que los esclavos africanos llevaban a cabo en tiempos de cimarronaje, y que refleja liberación y euforia desenfrenada con toques de erotismo y sensualidad.

Y como esa, muchas expresiones danzarias resultado de expresiones religiosas africanas, han quedado en la mezcla cultural y en la cubanía de nuestros días.

Incluso actualmente las deidades africanas poseen bailes y toques específicos dedicados para invocar su energía a la Tierra.

También a los Orishas se le canta para venerarlos y agradecerles sus bendiciones, algo muy usual hoy en día entre los cubanos que practican las expresiones religiosas africanas.

Nos heredaron el respeto a la naturaleza y la Tierra

El culto a la naturaleza era propio de todas las culturas africanas y los esclavos siguieron practicándolo, hallando similitudes entre las hierbas y los montes cubanos con los africanos.

A las hierbas le atribuyeron poderes mágicos y de carácter religioso y consideraron el monte como templo de deidades como Elegguá, Oggún, Ochosi, Oko, Aye, Changó, Allagguna, y espíritus o eggunes.

Árboles sagrados en la religiosidad afrocubana:

Algunos árboles que eran sagrados en África y que los esclavos encontraron en Cuba son:

  • La ceiba, templo de espíritus, árbol protector y concededor de deseos.
  • La palma, trono y refugio de Shangó, desde su follaje vela por sus hijos
  • La siguaraya, árbol sagrado y protector que también acoge las almas de los fallecidos.

También muchas plantas que pueden curar numerosas dolencias y poseen inmensos poderes vinculados a las fuerzas de los Orishas las encontraron los africanos aquí. Por ejemplo:

  • Yagruma
  • Canutillo
  • Caña brava
  • Caoba
  • Almácigo

Muchos esclavos africanos usaban estas plantas para la curación de sus enfermedades, y la confección de amuletos para alejar el mal.

Esas costumbres también han quedado hasta nuestros días como parte de la medicina natural y tradicional.

Igualmente, las hierbas constituyen ofrendas para las deidades y son elementos sagrados en los cultos y ceremonias religiosas.

La herencia qué nos dejaron los africanos se hace presente en el día a día de cada cubano, ese toque africano vive entre nosotros, en nuestra fe, nuestro hablar, y hasta en la personalidad, esa África, es de todos.

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