A Yemayá se le ofrecen alimentos, frutas y flores como:
- El Ochinchin hecho con camarones, alcaparras, lechuga, huevos duros, tomate y acelga,
- Ekó (tamal de maíz envuelto en hojas de plátano),
- Olelé (frijoles o judías hechos pasta con jengibre, ajo y cebolla),
- Plátano verde en bolas o ñame con okra (quimbombó),
- Frutas como piña y sandía, la cual es una de sus preferidas, y se le coloca en cantidades de 7 pedazos o frutas.
- Granos como frijoles negros y maíz.
- Flores como los claveles y las rosas blancas, una de las favoritas de la diosa.
- El melao de caña le encanta, podemos verterlo en sus aguas y a la vez dar las gracias y hablar con la diosa.
El 7 de septiembre es el día de Yemayá, fecha en la que agradecemos todas las bendiciones recibidas y agasajamos a la deidad para que se sienta atendida y adorada.
Estas ofrendas también se le colocan en cualquier ocasión pues siempre las recibirá con agrado.
Además, recibe con gusto los cantos, rezos, ofrendas y la atención de sus hijos y devotos.
Las ofrendas y la celebración a Yemayá también se relaciona con su sincretismo en Cuba, la Virgen de la Regla, madre del mar, madre de vida que nos cuida en la tierra y en sus aguas, a la Santa también la adoramos en el mismo culto en la Santería o Regla de Osha.
- Al final del artículo dejamos algunas ofrendas muy lindas con el procedimiento a realizar.
¿Qué se hace luego con los frutos, flores y alimentos que se colocan en Yemayá?
Luego llevamos las ofrendas al mar, y en caso de que no tengamos el océano cerca, podemos ponerlos en una desembocadura, o en un árbol frondoso y hermoso que nos guste.
Elevemos una bella plegaria a la Reina del Mar Yemayá en su día
Cuando invocamos a la diosa, Yemayá llega sobre sus aguas en una danza que simula el movimiento de las olas del mar, ella domina las aguas y las calma, desde su reino nos brinda la más poderosa energía la que nos inunda en un inmenso amor y regocijo.
Y recordemos que no solo en su día debemos venerarla, siempre es oportuno hacer ofrendas a Yemayá para que todo salga bien y lleguemos a nuestro destino con tranquilidad, amor y fe.
La religión yoruba nos dice que todos somos hijos de Yemayá, pues nadamos en el vientre durante nueve meses antes de nacer, es ella la madre fértil y protectora de los recién nacidos.
Al hacer ofrendas a Yemayá se obtienen regalos divinos en forma de bendición como protección, fertilidad, amor y prosperidad, y sobre todo salud y fe.
Suplícale amor y todo lo que desees y ella vendrá a ti a bendecirte, pero jamás podemos engañar a Yemayá, porque es justiciera y reconoce el mal y sus castigos serán severos e inflexibles, como la furia del mar.
Un rezo hermoso dedicado a Yemayá para venerarla y rogarle su protección:
Madre Mía, Reina del Mar, lleva al fondo del mar todas las energías negativas, toda la envidia, todas las exigencias y todas las dificultades que hay en mi vida.
Lleva todas las desilusiones y tristezas al fondo del mar, lejos de las personas que no me desean el bien, que tienen sentimientos contrarios a Ti.
Traer desde el fondo del mar, ashé, paz, armonía, amor, manteniendo a mi familia unida y próspera.
Protégenos a mí y a los míos, de todos aquellos que nos desean lo peor, que nos desean lo peor, deja que tu marea los saque de nuestras vidas.
Que, con sus aguas saladas, limpie mi corazón de todos los dolores, haciendo del equilibrio, la paz y las alegrías permanentes en mi vida.
Mi amada Madre, Reina del Mar, trae prosperidad, buen trabajo y abundancia material, que todos mis esfuerzos sean recompensados por Ti. Ashé.