- Foto cortesía de Lachi Owen Martínez
Yemayá reina que abraza con sus olas al mundo, madre poderosa a ti nos acercamos en este día milagroso para que encuentres en nuestros corazones el poder del amor que por ti sentimos y cuanto estamos dispuestos a hacer para demostrártelo.
Madre a ti se atribuyen numerosos milagros, el pueblo religioso te sigue y te venera, no esperamos nada a cambio más que tu eterna comprensión y cariño.
Te pedimos Orisha representada a través del agua salada y el arrecife que debilites los sentimientos de envidia y malevolencia hacia nosotros y que hagas que cada uno de los seres humanos se muestre menos indolente ante la desgracia ajena.
Haz que nos reconfortemos en el bien y el amor al prójimo y que cada buena acción que realicemos se vea multiplicada por dos.
No permitas que incurramos en el error y que de hacerlo encontremos el camino de vuelta hacia el sendero del bien, para que guiados por tus pasos continuemos guerreando sobre el plano terrestre y podamos cumplir nuestras metas, las que no tendrán otro objetivo más que brindar honor a la familia y servir a la humanidad.
Un Canto a Yemayá, a la Diosa Azul la veneramos el 7 de Septiembre
Yemayá madre mía échanos tu bendición,
Pues tu pueblo en este día te evoca con devoción,
Mi santica poderosa dueña de todo el continente,
Trae a mi Cuba la salud, desde Oriente hasta Occidente.
Te pido mi gran Orisha que perdones los agravios
Y que cures a los niños empleando tus milagros.
La salud y la osadía son dos de tus estandartes,
Por eso todos tus hijos pelean como gigantes.
Yemayá la poderosa, la reina de mi nación,
Guía nuestra travesía meciendo la embarcación,
Permítenos reina madre que lleguemos victoriosos,
Y que en el puerto anhelado nos encontremos dichosos.
A ti evoco en este canto, a la reina marinera,
A la Orisha que sin miedo penetra en cualquier frontera,
Eres muy grande mi virgen, eres única entre tantas,
Por eso el pueblo de Cuba te venera con confianza.
Los mares son tus dominios y tuyo es mi corazón,
Y entre representaciones te brindo mi adoración.
Con tus aguas refrescantes quita el mal de mi camino,
Y atráeme la fortuna y el amor a mi destino.
Estrellita navegante, Yemayá la capitana,
Toma el timón de mi barco y traza las coordenadas,
Dame el temple y la seguridad para tomar decisiones,
No permitas que flaquee alimentando falsas ilusiones.
Eres única mi madre, eres fuerte y aguerrida,
Gracias a tu entrega certera, siempre encuentro la salida,
Los problemas no son nada, si te encuentras a mi lado
A tus pies me postraré agradecido y consagrado.