Ogbe Iroso es un signo peculiar de Ifá, pues este es el único odun en el que el religioso es protegido directamente por Olofin, quien lo tiene siempre bajo su mirada.
La persona nacida bajo esta letra es muy afortunada y se comenta que su aura posee vibraciones especiales, las que lo exoneran de recibir mal de ojo u otros maleficios por la acción del Orisha supremo.
En este signo la persona llega a obtener muchas cosas de las que desea, gozando en ocasiones de una acaudalada posición económica, pero debe aprender a vivir en la humildad pues en cultivar este valor se encuentra la clave de su éxito.
¿Cómo Ogbe Iroso vence a los enemigos?
Para que Ogbe Iroso pueda vencer a los enemigos debe consagrar un cuchillo al pie de Elegguá, santo protector y dueño de los veintiún caminos del destino.
Con esta obra el Orisha trabaja desentrañando los enredos que puedan perturbar la vida del religioso.
Por lo que este cuchillo además de alejar los osogbos:
- Posee la potestad de acercar el iré y la estabilidad,
- mantiene a raya a las personas que quieren dañarlo y
- ahuyenta los espíritus malignos y los fenómenos.
¡No realice falsas promesas!
Ifá aconseja en esta letra no apropiarse de lo ajeno, ya sean cosas materiales o roles, pues en un momento determinado debido a esto puede sufrir un bochorno.
Orunmila aconseja al individuo que haga hasta donde pueda y anule de su vida la realización de falsas promesas.
La persona en este odun debe ajustarse a su realidad y a sus posibilidades y no pretender tener, ni ser más de lo que es.
El secreto de Ogbe Iroso está en la Osha
El cumplimiento con la Osha es el secreto para vencer en Ogbe Iroso, ya que en cuarto de santo la persona recibirá las consagraciones que necesita para salir adelante y obtener las bendiciones de los Orishas.
La nuez moscada es una de las semillas sagradas en este odun y con estas el religioso puede hacer ebbó para librarse de los osogbos.
Por culpa de la envidia se rompen los planes
Ogbe Iroso es un Ifá donde reinan las calumnias y las personas se encuentran a la expectativa de todos los acontecimientos, tanto para bien como para mal.
Por lo que se hace preciso ser reservado en sus asuntos, debido a que por culpa de la envidia se rompen los planes.