Yemayá, la bendición de las aguas, el azul inquieto del océano, la Diosa de las olas, las perlas de las profundidades, la dicha maternal…
Yemayá es la Orisha de las aguas saladas. A ella se le debe buscar en el mar, en las crestas de las olas contra las costas y rocas. Es la madre de todos los hijos en la tierra y representa al útero en cualquier especie, pues ella en sí es vida, fertilidad y maternidad.
Y así, como el baile de las olas, con un movimiento fluido y amoroso, como el canto de los océanos, como una madre cuidadosa, es la danza de Yemayá.
Baile de la Orisha Yemayá, agua y pasión
El baile de Yemayá es apasionado y lento, sensual y alegre, como el movimiento del océano y sus peces.
Cuando Yemayá baila, lo hace riéndose a grandes carcajadas y su cuerpo se mueve como las olas del mar, al principio suavemente y luego agitado por una tormenta, sacudiendo sus ropajes azules con la furia de los vientos.
Así, empieza a girar como un remolino y puede imitar estar nadando o buceando en el océano. También simula recoger un tesoro del fondo de los mares y traerlo para sus niños.
En uno de sus movimientos, la danza de la Orisha de las aguas imita los remos de una embarcación.
Los otros bailadores hacen un círculo alrededor de ella y giran en movimientos suaves al principio, como las olas en un día tranquilo. Luego van aumentando en velocidad hasta que comienzan a girar como el mar embravecido.
Danza de Yemayá, sincretismo y cultura
El baile de Yemayá, como los numerosos exponentes de las danzas afrocubanas constituyen ejemplo de la cultura en Cuba, de unión y resistencia a la presión colonial.
Los bailes de los Orishas son hoy patrimonio de la cultura cubana y elemento esencial para el conocimiento de la historia de la religión yoruba y de sus deidades.
Yemayá, por ejemplo, refleja en su danza la imagen de maternidad universal con pasos tranquilos y reposados, pero también tiene giros concéntricos agitados, mostrando la fuerza de la naturaleza y de su elemento representativo, el mar.
Las bailarinas que prestan su cuerpo a la Orisha visten falda azul y blanca en honor a las olas marinas.