Los espíritus indios son celosos protectores del hogar y de la familia.
A lo largo de los tiempos el hombre le ha rendido homenaje a los mismos por su milenaria existencia plagada de pactos con la naturaleza y fuerzas sobrenaturales de las que históricamente obtuvieron poder.
Dichas entidades son sabias conocedoras de los secretos de las plantas, el viento y los animales mensajeros, de los que se valían con el fin de comunicarse con sus deidades.
El sol es para estas tribus un símbolo de poder y grandeza, por este motivo el hombre puede comunicarse con sus ancestros a través de él, del mismo modo que lo hace mediante el ofrecimiento de tributos ante sus representaciones.
El Penacho de plumas.
Se conoce bajo el nombre de penacho de plumas al adorno usado por muchas tribus originarias indígenas que establecía determinada jerarquía entre sus pobladores.
A este, como su nombre lo indica le pendían plumas de diversos colores provenientes de distintas especies animales muchos de estos considerados trofeos de caza.
Otros de estos adornos se obtenían tras vencer en grandes combates o por sucesión jerárquica.
El Penacho de plumas significa para los indios poder y jefatura, pues solo era llevado permanentemente por el cacique mientras que el curandero lo empleaba en la realización de ceremonias, lo que establece al penacho poderes sobrenaturales.
Este tributo aporta a la representación indígena fuerza espiritual.
La yuca cocida.
La yuca es el tubérculo preferido de los espíritus indios, para rendirle homenaje se le cocina la yuca a la cual no debe añadírsele sal.
Una vez se encuentre en su punto se le es servida delante de sus representaciones.
Con la yuca también se elabora el casabe, el cual es una especie de torta, la que era consumida y combinada con vegetales por las tribus originarias.
Los Girasoles.
Los girasoles son las flores que se le colocan a estas entidades por excelencia.
Las mismas guardan el secreto del sol y su energía permitiendo de este modo a los espíritus mantenerse en estrecho contacto con la naturaleza, la cual es la fuente proveedora de su verdadero poder.
El arco, la flecha y el hacha.
El arco, la flecha y el hacha son instrumentos de defensa y de subsistencia, con estos los indios libraban combates a la par que obtenían fuentes de calor y alimentos gracias a su ayuda.
En la actualidad se le colocan estos elementos a las representaciones indígenas que guerreen espiritualmente.
Cuando el religioso posee problemas con un enemigo debe clavar el nombre del mismo en uno de las armas antes mencionadas, con esta acción le está haciendo entrega oficial del problema al espíritu quien se encargará de ajustar cuentas.