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La historia de Shangó y Oyá ≫ El amor y la guerra en un Pataki

Historia de Shangó y Oyá

Cuentan las leyendas yorubas que Oyá y Shangó resultaron pareja porque el Rey del Trueno quiso molestar a Oggún, patrón del hierro y primer esposo de la Diosa de la Centella y se la arrebató.

Así es que el amor entre Shangó y Oyá fue desde un inicio, resultado de guerras y enfrentamientos. Ambas deidades tienen como características, el amor por la lucha, el poder y la impulsividad.

Shangó es el Señor del Trueno y del Fuego, guerrero apasionado, uno de los Orishas más poderosos y venerados del panteón yoruba.

Por su parte Oyá es madre de Eggunes y espíritus, Señora de la Centella y los Vientos Fuertes y mujer guerrera por excelencia, diosa respetada e incluso temida.

Pataki: Oyá salva a Shangó

Cuentan que un día Shangó se vio rodeado por enemigos que lo buscaban y no había logrado vencerlos. Así, había perdido su caballo y, huyendo como pudo, llegó por fin al lugar donde vivía Oyá.

En ese paraje, nadie sabía que ella era esposa de Shangó, así que el Señor del Fuego le pidió que lo ocultara, pues su rayo no era efectivo contra los enemigos que debía enfrentar.

  • “¿Por qué te falta el coraje para pelear?”, le preguntó Oyá.

A lo que él respondió que no tenía miedo, pero que estaba muy cansado y que, si pudiera escapar de ese cerco, recobraría las fuerzas y los deseos de vencer.

Entonces Oyá le explicó que, para salvarse, cuando anocheciera debería ponerse uno de sus vestidos y hacerse trenzas.

Shangó vence con la ayuda de su guerrera esposa

En la noche, la diosa de la Centella se cortó las trenzas y se las dio a Shangó que no sabía qué hacer con ellas, pero Oyá se las colocó hábilmente en la cabeza.

Luego le ayudó a vestirse de mujer y así salió Shangó, imitando a Oyá, y cruzó cerca del enemigo, a quien saludó moviendo la cabeza, pero sin decir palabra, porque con su voz fuerte y grave se revelaría su identidad.

Así vestido se alejó de allí y logró descansar y recobrar energías. Más recuperado, encontró a su caballo Echinle y se lanzó al ataque, aún con las ropas de su mujer y con las trenzas.

Y Oyá salió también armada, decidida a ayudar a su marido. Entre los dos vencieron al enemigo, desde entonces Oyá Yansa es la inseparable mujer del dios Shangó en todas las guerras.

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