Cada 24 de octubre se celebra el santoral conmemorativo del Arcángel Rafael, fecha en la que se peregrina su figura y se honra su santidad.
En su defecto se festeja su nombre el 29 de septiembre, aunque desde el hogar se puede alabar a este poderoso Arcángel pues el jueves es el día de la semana que se destinó para este fin, siendo el momento en el que su espíritu se hace más cercano al corazón de los religiosos que con devoción le ruegan.
¿Por qué es tan poderoso San Rafael?
Rafael es un sustantivo propio proveniente de la lengua hebrea lo que significa Dios sana o la medicina de Dios, por lo que este Arcángel es conocido como el Médico divino, pues en numerosos pasajes relatados en la Biblia el omnipresente sanó a los enfermos.
Se considera a San Rafael como el Patrón de los peregrinos a quienes guarda en su recorrido, por lo que se representa vistiendo como un peregrino portando un bastón y una cantimplora.
En otras ocasiones se muestra vistiendo túnicas verdes y blancas, sosteniendo en una de sus manos un pescado.
El Arcángel Rafael propicia la curación de los enfermos por lo que las huestes de sus ángeles rodean los centros de salud brindando fuerza espiritual e intercediendo sobre la rápida curación de los pacientes.
Se considera a San Rafael como promotor de la verdad y el optimismo, virtudes que infunde en el corazón de sus seguidores, promoviendo en ellos los actos de bondad y misericordia que tanto la humanidad necesita para sanar.
- Este Arcángel se encuentra presente en el momento oportuno frente a las personas que necesitan auxilio, salvaguardándolos del peligro y dándoles la fuerza necesaria para superar los momentos difíciles.
Oración poderosa a San Rafael Arcángel para pedir sanación:
Glorioso Arcángel San Rafael, medicina de Dios,
Tú que guiaste a Tobías en su viaje,
Le preparaste un feliz matrimonio
Y devolviste la vista a su anciano padre,
Guíanos en el camino de la salvación,
Sana nuestras enfermedades,
Ayúdanos en nuestras necesidades,
Haz felices nuestros hogares
Y danos la visión de Dios en el Cielo.
Poderosísimo Arcángel Rafael,
Ayúdame a sanear mis pensamientos,
A comunicarme bien con mis semejantes
Y a ser un canal abierto de tus fuerzas curativas.
Condúceme por el camino de la salud del cuerpo
Y del alma para ser digno de alcanzar la libertad total
y fundirme en la luz de Dios.
Amén.