Iroko es un Orisha mayor perteneciente al panteón yoruba, vive en el follaje de la ceiba y desde ahí vela porque la tierra y el cielo permanezcan en paz.
Se manifiesta como un hombre anciano que goza de buena salud y es rico en paciencia, se encuentra casado con Abomán y su hermana recibe el nombre de Ondó.
¿Qué relación guarda Iroko con la Ceiba?
Este Orisha cumple la sagrada misión de custodiar la ceiba, árbol sagrado de los yorubas al mismo tiempo que protege a los espíritus que moran en su interior.
Desde la copa de la Ceiba Iroko escucha las súplicas de los creyentes y eleva sus peticiones hasta los oídos de Baba y Olodumare, quienes deben dar su aprobación antes que la ceiba decida bendecir a la persona que la ha frecuentado.
Para algunas casas religiosas Iroko guarda relación con los avatares del Orisha Obatalá santo dueño de todas las cabezas.
A esta deidad se le realizan inmolaciones a los pies de la ceiba de animales de cuatro patas y de plumas aunque su predilecto es el torete que aún no ha procreado.
¿Qué significa la ceiba para los religiosos?
Los congos llamaron a la ceiba Munanso Nsambi durante sus rituales, los yorubas la bautizaron como Arabbá, en Fon se reconoció como Loko, mientras que para los haitianos adquirió el sustantivo Papa Loko.
La ceiba es un árbol sagrado para los practicantes de la religión Yoruba, pues este guarda muchos secretos y pactos de fe.
Desde el principio de los tiempos la ceiba ha sido testigo de muchas consagraciones religiosas por eso se considera sabia y se le debe respeto y devoción.
El tronco de la ceiba es considerado el bastón de Olofi por lo que está estrictamente prohibido dañarlo.
¿Cómo se le ruega a Iroko?
Para rogarle a Iroko los santeros caminan alrededor del tronco de la ceiba llevando consigo velas encendidas.
También se le inmolan:
- gallos,
- gallinas,
- patos y
- guanajos blancos.
A Iroko se le baila con un bastón adornado en cuentas, a este santo se le ruega para poder concebir.
Cuando se le realiza una promesa debe ser cumplida pues esta deidad no tolera la informalidad, pecado que castiga severamente.
Iroko es la deidad que impulsa hacia la realización de las buenas y las malas cosas por eso se debe tener cuidado con lo que se le pide.
Este santo protege a los deambulantes, para recibirlo y adorarlo hay que hacerlo por mediación de Obatalá.