¿Conoces cómo surgió el matrimonio en la Religión Yoruba?

Al principio de los tiempos el mundo no era como lo conocemos hoy día, los hombres vivían en el campo de batalla mientras que las mujeres moraban en el interior de las murallas del reino.

Así convivían en paz, solo se reunían cuando necesitaban compartir lecho y luego de efectuar el menester volvían a sus respectivos lugares sin poseer ningún vínculo afectivo.

Pataki: La guerra entre mujeres y hombres

Cierto día los hombres decidieron comenzar una guerra en contra de las mujeres con el fin de posicionarse sobre sus dominios y obtener sus riquezas.

Estos acudieron al pie de Orunmila para pedirle algún consejo religioso que les asegurase salir victoriosos de la contienda que iban a emprender.

El Oráculo de Ifá respondió ante la petición la ejecución de un ebbó el cual consistía en efectuar un baño lustral con miel.

Los guerreros al observar lo escaso de los ingredientes del ritual se mostraron desconfiados y decidieron no llevarlo a cabo, pues creían que una ceremonia con tan poco sería ineficiente a la hora de ejercer alguna influencia sobrenatural respecto a su victoria.

Otros exclamaron que no necesitarían esforzarse para ganarle la guerra a las mujeres debido a que estas estaban indefensas y eran débiles.

Las mujeres SI hicieron el ebbó que marcó Orula y salieron victoriosas

Por casualidades del destino las mujeres se enteraron de la trampa que le preparaban los hombres y fueron a hablar con Orunmila para que las ayudase a derrotar a su enemigo.

Orumila entonces les recomendó la realización del mismo ebbó que a los hombres, aunque a diferencia de estos las féminas sí lo llevaron a cabo no subestimando su poder.

Cuando los hombres llegaron a las murallas del reino el cielo nocturno comenzó a estremecerse y una fuerte lluvia inundó el campo de batalla.

Las armas se mojaron y la pólvora perdió su efecto tornándose las mismas inservibles.

Olofi decreta la unión matrimonial

Era invierno y hacía mucho frío, los hombres mojados por la lluvia tiritaban.

Estos empezaron a pedirle ayuda a las mujeres a gritos pues la temperatura helada amenazaba su existencia.

Entonces las mujeres abrieron las puertas de la muralla y los abrazaron socorriéndolos de esta forma de la hipotermia y la muerte.

Las féminas los llevaron a sus casas y ahí pasaron juntos la noche. Al día siguiente Olofin decretó que cada hombre que había pasado la noche bajo el techo de una mujer debía casarse con ella y hacerla su esposa, naciendo de esta forma la unión matrimonial en la religión yoruba.