¿Cómo comenzar la Novena a Santa Bárbara Bendita? ¿Por qué hacerla?

Un novenario es un ejercicio de devoción practicado con el fin de lograr consolidar la fe hacia un santo o brindarle luz a un espíritu.

Las novenas dirigidas a los santos y santas de la Iglesia Católica cumplen el requisito de:

Tener una extensión de nueve días, debido a que San Jerónimo esclareciera en las páginas de la Biblia que el día noveno sería el propicio para reemplazar el dolor sufrido bajo el martirio con amor y fe.

Se considera que al noveno día el espíritu termina su viaje y logra ascender al cielo y con este llega mediante la intercesión del espíritu santo nuestro mensaje.

Los objetivos principales de la novena son:

Realizar peticiones,
obtener determinados dones,
agradecer,
invocar protección, entre otros propósitos.

Cada año en la proximidad al santoral acreditado a Santa Bárbara el 4 de diciembre, el devoto puede realizarle un novenario como muestra de devoción.

Las oraciones que se ofrecen a continuación son útiles para cualquier tiempo en que se desea conseguir alguna gracia de la Santa, y particularmente para:

Lograr conformidad y
superar obstáculos.

Primer acto de constricción al comenzar la novena a Santa Bárbara

Estando de rodillas delante de algún Altar o Imagen de Santa Bárbara, levantará el corazón a Dios y se pondrá presente a la Santísima Trinidad, a Cristo Nuestro Señor, a la gloriosa virgen y mártir Santa Bárbara, mirando a esta esclarecida Virgen vestida de hermosos resplandores, adornada de luces celestiales, y acompañada de innumerables santas y santos en la corte celestial.
Después ofrecerá a Dios, por intercesión de Santa Bárbara, todos sus pensamientos, palabras y obras con la Novena que se ha de hacer, pidiendo especial gracia para que sea a mayor gloria de Dios, de Cristo Nuestro Señor, de su Santísima Madre y honor de la Santa, y hará el Acto de Contrición: Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero.

Oración para rezar a la mártir Santa Bárbara el primer día del novenario

Jesús mío dulcísimo.
Esposo Divino de la esclarecida virgen y mártir Santa Bárbara, a quien infundisteis luz tan clara del altísimo misterio de la Santísima Trinidad, que le representó en las tres ventanas de la torre en que la cerró su padre:
Suplico os, Jesús mío, por esta fe firmísima de vuestra amada Esposa me deis luz con que conozca perfectamente, y ame con todo mi corazón a la beatísima Trinidad, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma.
Amén.

Rezará tres Padre nuestros y tres Ave Marías en reverencia de la Santísima Trinidad, principal Misterio por quien fue martirizada Santa Bárbara.

Plegaria dirigida a la patrona de los relámpagos en el segundo día de la novena

Jesús mío dulcísimo, Esposo divino de la esclarecida virgen y mártir Santa Bárbara, a quien fortalecisteis con una esperanza tan firme en medio de los atrocísimos tormentos que padeció en su martirio, que con los ojos en el cielo y con el corazón en vuestra Majestad os decía:
Vos sabéis, Esposo mío, que en Vos tengo toda mi esperanza:
Suplico os, Jesús mío, por esta esperanza firmísima de vuestra amada Esposa, que me concedáis una esperanza segura de salvarme; y la gracia que os pido en esta Novena, sí es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma.

Tercer día de rezos a Santa Bárbara en su novenario

Jesús mío dulcísimo, Esposo divino de la esclarecida virgen y mártir Santa Bárbara, a quien inflamó vuestro amor, de suerte que las hachas encendidas con que abrazaron su virginal cuerpo, desgarrado antes con peines de hierro, encendieron más el inflamado ardor de su amoroso pecho:
Suplico os, Jesús mío, por este amor ardentísimo de vuestra amada Esposa, que me concedáis un amor inflamado de todo mi corazón a vuestra Majestad, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios honor vuestro y provecho de mi alma.
Amén.