¿Qué marca Odi Iroso? El hombre debe labrar su camino con sus manos

Odi Iroso es un odun de Ifá donde el aprendizaje lo es todo.

En esta letra el mayor porciento para alcanzar la victoria está en las manos del religioso y en el empeño que ponga para luchar por lo que quiere.

El dueño es el mejor guardián de sus negocios

Nadie velará por sus intereses mejor que usted mismo.

En Odi Iroso el hombre debe inspeccionar su negocio para que todo vaya bien, lo mismo se aplica a la casa.

El padre de familia debe estar al tanto de lo que sucede bajo su techo para de esta manera poder buscar soluciones más acertadas para sus problemas.

Usted no puede dejar nunca de la mano cuestiones que lo involucren, pues sin su supervisión no se obtendrán los resultados deseados y este fenómeno le causará disgusto y pérdidas.

Buena ayuda recibe el que se ayuda a si mismo

La mejor ayuda que un ser humano puede recibir provendrá de su propia persona, pues no existe mejor camarada que la fuerza de voluntad para alcanzar lo que se desea.

Dice Ifá que si usted pone de su parte alcanzará sus propósitos y llegará lejos, por el contrario, si se queda cruzado de brazos el desenvolvimiento jamás tocará a su puerta.

Luchar por sí mismo es la mejor medicina

Los sueños solo se alcanzan si se lucha por ellos.

El sacrificio y el empeño que se le ponga al trabajo de hoy serán los frutos que se recogerán posteriormente en la cosecha.

La mejor manera de garantizar un futuro más próspero es batallar por modificar el presente.

Todo lo que brilla no es oro

Dice Ifá todo lo que brilla no es oro.

Odi Iroso es un odun donde la persona peca por ser confiada, en esta letra el religioso no puede entregar su corazón a cualquiera, porque terminará decepcionado.

Todas las personas que llegarán a su vida no vendrán con buenas intenciones, usted debe permanecer atento y no dejarse engañar con falsas apariencias.

Quien desee su confianza y su cariño debe sabérselo ganar.

Luego del nacimiento se adquiere experiencia en la vida

Cuando el ser humano llega al mundo es inocente y con el paso de los años va adquiriendo madurez.

Con los golpes del destino el hombre va forjando su carácter y aprendiendo, hasta que en la adultez adquiere la experiencia que en la juventud le faltaba, con la que puede buscar mejores soluciones ante las adversidades.

El consuelo más efectivo para sobreponerse el fracaso y la alegría fervorosa para celebrar una victoria.