Oggún es una deidad mayor del Panteón Yoruba, conocido como amo y señor del hierro. Simboliza los comienzos de la vida y todos los principios, también representa los poderes de fuerza y mando donde es guerrero de gran violencia y autoridad.
¿Quién es Oggún en la santería?
Es el Orisha patrón de los herreros, de guerras y tecnologías, de cirujanos y metales. El hierro es su elemento, y él es tan fuerte y resistente como el metal.
Es el segundo Orisha que se recibe detrás de su hermano Elegguá y junto a él, es dueño de los caminos, así como de los montes. Es mensajero directo del padre Obbatalá y fuerte, violento y muy poderoso. Nace como un Osha del grupo de Orisha Oddé, que comúnmente se conocen como “Los Guerreros”.
Protege a sus devotos con ferocidad y por ello le rezamos cuando enfrentamos algún mal y su símbolo es el machete Embelebobo, herramienta con la que se enfrenta a todos sus enemigos, pero que también utiliza para abrirse paso en una selva o en un monte.
Oggún es considerado como el dueño de las llaves y las cadenas que representan el encierro. Es el dios que trabaja eternamente en la forja de metales, aunque también puede ser un cazador solitario y recolector, que vaga por los bosques y descubre todos los secretos de la hechicería. Caza junto al justiciero de arco y flecha Oshosi.
Se dice que puede dominar todos los misterios de los montes, y puede ser brujo, curandero y hechicero.
Sincretismo de Ogún
Debido al proceso de transculturación asociado a la trata esclavista, los Orishas se sincretizaron con santos católicos para que los africanos pudieran seguir practicando sus cultos sin que sus amos católicos supieran de ello.
Por ello, actualmente la imagen de Oggún se asocia a varios santos con semejante temple y arrojo como el suyo, entre ellos:
- San Pedro
- San Pablo
- San Miguel Arcángel
San Pedro Apóstol, el protector
Simón Pedro o San Pedro, es uno de los Doce Apóstoles que aparecen en el Nuevo Testamento, y es protagonista principal de numerosos episodios en el Evangelio.
Se dice que Simón Pedro antes de su conversión, era un pescador galileo del pueblo de Betsaida o Capernaum y posiblemente seguidor de Juan el Bautista.
Cuentan que mientras Jesús caminaba por la orilla del lago de Galilea, vio a dos hermanos, Simón Pedro y Andrés, echar la red al agua. Y los llamó diciendo: “Síganme, y yo los haré pescadores de hombres”, así que estos abandonaron sus redes y lo siguieron.
La Biblia refleja que cuando los soldados llevaron a Jesús a los judíos, Pedro se quedó en el patio y tres veces lo acusaron de ser discípulo de Jesús. Él lo negó las tres veces y entonces, cantó el gallo por segunda vez y Pedro empezó a llorar.
Luego de la resurrección, Jesús llamó a Pedro quién afirmó tres veces su amor por Él en consecuencia a las tres veces que lo negó. Y Jesús dijo a Pedro: “Apacienta mis ovejas”. Por ello, a San Pedro se le conoce como pastor universal de la Iglesia.
Pedro fue obispo de Antioquía y después pasó a ser obispo de Roma donde fue martirizado durante el reinado de Nerón alrededor del año 67.
Murió crucificado y su cuerpo se encuentra sepultado en el Vaticano, bajo el altar mayor de la Basílica de San Pedro.
San Pedro es protector de pescadores, constructores, cosechadores, panaderos, carniceros, zapateros, cerrajeros, relojeros y albañiles.
A él se le reza contra la fiebre y el envejecimiento, pues se dice que puede alejar los males.
Oración a la sombra de San Pedro para protección
- Presentamos una oración a San Pedro para alejar el mal y abrir caminos.
¡Oh venerado Apóstol San Pedro! Príncipe de los discípulos del redentor, y el primero en proclamar a Jesús Hijo de Dios y Mesías, escucha y atiende todas mis súplicas. San Pedro Glorioso, tú que fuiste llamado por el Salvador “Pescador de Hombres” y recibiste el título de Piedra fundamental de la iglesia.
Tú que eres el custodio de las llaves de las puertas del cielo, y que siempre ayudas a los que en la tierra lo solicitan, te pido que con tu sombra me cubras y ampares; líbrame San Pedro Bendito del mal que me acecha.
Protégeme de enfermedades y males, aléjame de hechizos, brujerías y encantamientos, de malos ojos, falsedad, egoísmo y rencor, de barreras, cadenas y prisiones, despeja mis caminos de traidor y malhechor, ahuyenta con tu sombra todo dolor, ocúltame de todo peligro, enemigo y mala situación; sé mi ayuda y defensa, te pido con fervor, y préstame hoy te ruego tu especial favor.
¡Oh Pedro querido! Santo Apóstol del Señor, no me dejes sin respuesta, por tu benevolencia y virtud atiende prontamente mi solicitud; tú que eres hermano, amigo y protector de quien tu socorro reclama, auxilia con tu sombra al que tenga necesidad, y vela y cuida de todos nosotros con tu santa caridad. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro salir, que vive y reina en la unidad del Padre y del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén.
San Pablo Apóstol, predicador de los gentiles
San Pablo Apóstol es también llamado el Apóstol de los Gentiles y San Pablo de Tarso, además de que se le daba el nombre de Saúl.
Cuentan que a pesar de que San Pablo era débil físicamente y de que padecía de una grave enfermedad, poseía un gran carácter, temperamento de líder, voluntad de hierro y fuerza y constancia inquebrantable. Resistía como ningún hombre y su temperamento iba a lo apasionado, impetuoso y dominador.
Pero sus seguidores también veían en él un corazón noble que despertaba fuerte simpatía, y que sentía profundamente la necesidad y el dolor de los demás.
La leyenda de San Pablo cuenta que iba a la ciudad de Damasco para sumarse a la persecución contra los cristianos y hacerles renegar de su fe, cuando Jesús se le apareció y le pidió un profundo acto de humildad.
Así tuvo San Pablo su despertar espiritual, como discípulo Ananías, y aceptó la misión de predicar la palabra de Cristo. Así emprendió tres grandes expediciones apostólicas, de las que Antioquía fue siempre el punto de partida.
Luego fue a Jerusalén, para asistir a los miembros de la iglesia que estaban escasos de alimentos. Y terminó sus andanzas en Roma, donde existía una comunidad de cristianos que también decidió visitar.
Pero allí en el año 64, y tras el inmenso incendio que asoló a la ciudad italiana, el emperador Nerón acusó a los cristianos de ser los autores del hecho, por lo que Pablo fue arrestado y encadenado en la cárcel Mamertina.
Después de dos años fue condenado a la decapitación. Su muerte ocurrió al mismo tiempo que la del Apóstol Pedro.
San Pablo es considerado protector de los cristianos. A él se le reza buscando apoyo y consuelo ante situaciones difíciles.
Oración para implorar favores por intercesión de San Pablo Apóstol
- Ofrecemos ahora una oración para rezar a San Pablo
Glorioso apóstol San Pablo, vaso escogido del Señor para llevar su santo nombre por toda la tierra;
por tu celo apostólico y por tu abrasada caridad
con que sentías los trabajos de tus prójimos como si fueran tuyos propios;
por la inalterable paciencia con que sufriste persecuciones,
cárceles, azotes, cadenas, tentaciones, naufragios y hasta la misma muerte;
por aquel celo que te estimulaba a trabajar día y noche en beneficio de las almas y,
sobre todo, por aquella prontitud con que a la primera voz de Cristo en el camino de Damasco te rendiste enteramente a la gracia,
te ruego, por todos los apóstoles de hoy, y que me consigas del Señor que imite tus ejemplos
oyendo prontamente la voz de sus inspiraciones y
peleando contra mis pasiones sin apego ninguno a las cosas temporales y
con aprecio de las eternas,
para gloria de Dios Padre, que con el Hijo y el Espíritu Santo vive y
reina por todos los siglos de los siglos.
Amén.
San Miguel Arcángel, Príncipe de los espíritus celestiales
El Arcángel Miguel, es uno de los 7 arcángeles, conocidos como Guerreros de Dios. Está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia, los otros dos son Gabriel y Rafael.
Hoy la Iglesia lo tiene en el más alto lugar entre los arcángeles y le reconoce como Príncipe de los espíritus celestiales, Jefe o Cabeza de la milicia celestial. Cuentan que fue Gran defensor del pueblo de Dios contra el demonio y por ello son muchos los artistas que han plasmado su figura como el ángel guerrero, el conquistador de Lucifer.
Es aquel al que se le reza como guardián de los ejércitos cristianos contra los enemigos de la Iglesia y como protector de los cristianos contra los poderes diabólicos, especialmente a la hora de la muerte.
Y es que en el Antiguo Testamento, San Miguel aparece como el guardián de la nación hebrea. Como un ángel, defiende y protege nuestras almas, y nos asiste de manera especial a la hora de la muerte ya que su oficio es recibir las almas de los elegidos.
Oración a San Miguel Arcángel para protección contra todo mal
A San Miguel se le ruega en sus oraciones milagrosas y poderosas por el amor, contra los enemigos, por los hijos, por la protección de la familia, para el trabajo y vencer dificultades.
- Describimos una oración para rezarle a San Miguel Arcángel para pedir la protección del Cielo:
Oh gloriosísimo San Miguel Arcángel, príncipe y caudillo de los ejércitos celestiales,
custodio y defensor de las almas, guarda de la Iglesia, vencedor, terror y espanto de los rebeldes espíritus infernales.
Humildemente te rogamos, te digne librar de todo mal a los que a ti recurrimos con confianza;
que tu favor nos ampare, tu fortaleza nos defienda y que, mediante tu incomparable protección adelantemos cada vez más en el servicio del Señor;
que tu virtud nos esfuerce todos los días de nuestra vida, especialmente en el trance de la muerte,
para que, defendidos por tu poder del infernal dragón y de todas sus asechanzas,
cuando salgamos de este mundo seamos presentados por tí,
libres de toda culpa, ante la Divina Majestad.