A veces la vida pone pruebas duras, obstáculos que sin fe no lograremos enfrentar. Uno de estos problemas es el deseo de ser padres, de formar una familia y tener hijos.
A Iroko le rezan muchas parejas que desean tener un hijo y acuden al pie de la ceiba todos los años hasta que Iroko les concede la bendición de ser padres.
En el culto a la deidad de la ceiba se cree que para lograr un hijo hay que hacer rogación al Pie de Iroko, pedírselo todos los años y, si lo concede, llevarle sus respectivas ofrendas en pago.
Pero hay que hacerlo, porque Iroko castiga implacablemente al que se olvida de la gracia concedida.
¿Por qué es tan poderoso Iroko «la Ceiba» en la religión yoruba?
El Orisha Iroko en el panteón yoruba es la deidad que habita en la parte superior del follaje de la ceiba donde concurren todos los muertos.
El árbol de la Ceiba es sagrado en la religión yoruba, es un altar natural para la realización de numerosas ceremonias, sobre todo las destinadas a las muestras de devoción a los espíritus.
Tanto los yorubas como los practicantes de la Regla de Palo Monte, acuden al pie del árbol a venerar a Orishas y entidades que se reúnen en él. Se puede decir que todos los orishas van a la ceiba y que a todos se les adora en ella.
Tanta es su grandeza que, en el Congo, llaman a la ceiba Munanso Nsambi que significa el árbol casa de Dios. Se le conoce también a este árbol poderoso con los nombres de Arabbá, Iroke, Eluwere, Asaba, también Iggi-Olorun (árbol de Dios).
Iroko es viejo y su pareja se llama Abomán y su hermana Ondó. También Iroko hizo un pacto con Iyami Osoronga, las brujas de la noche, y desde entonces ellas descansan en la copa de la ceiba.
Cuentan los patakíes que en la cima de Iroko descansa siempre vigilante el Señor del Fuego, el Gran Shangó, siempre con su alma guerrero y protector.
Iroko se baila con un bastón revestido de collares y una escoba adornada cuyas cuentas son rojas y blancas, su poder en la Osha es inmenso y su culto demanda mucho respeto.
Con este rezo le pedimos a Iroko que nos bendiga con un hijo:
Iroko, tú que concedes la gracia y los más anhelados deseos de tus hijos y devotos
Gran espíritu de la Ceiba, sagrado vigilante y protector de los hombres, tú que proteges y guías, alejando peligros y dificultades
Gran Iroko, Señor del Monte, acudo a ti hoy con una importante petición
Pongo en tus manos mi felicidad y mi vida
Confío plenamente en que no me dejarás desamparado, mi santo, y me bendecirás para que logre tener una familia
Te pido, Mi padre Iroko, anciano sabio, la dicha y la bendición de tener un hijo, para darle todo mi amor y protección.
Ayúdame Señor, y dame la alegría de ser madre/padre, para que pueda caminar con tu protección y feliz hasta alcanzar mi destino
Iroko, Orisha del Caminante, extiende hacia mí tu bendición y concédeme la gracia de la maternidad para que mi dicha esté completa
Te prometo, Señor, mostrar mi eterno agradecimiento hacia ti por concederme tan inmensa gracia
Y así caminaré con orgullo como tu devoto cobijado con tus frondosas ramas. Así sea