Rezo a las Abuelas, ángeles guardianes que nos cuidan desde el cielo

Las abuelas y los nietos siempre tienen esa conexión especial, pues estas permiten hacer a los nietos muchas de las travesuras que a sus hijos no admitieron en su momento.

De esta forma mientras crecemos vamos volviéndonos un poco más cercanos a quien llega a convertirse en una segunda madre.

La abuela es la persona que más consiente y la que encarna la popular frase: La mamá de los pollitos.

Pues acoge en casa a todos bajo sus alas, protegiéndolos de los males y complaciendo peticiones.

Cuando una abuela fallece se siente un vacío imposible de reparar y con el tiempo se va aceptando la pérdida, pero nunca se olvida ese amor incomparable que solo ella podía ofrecer, pues su lugar en la familia es irremplazable.

Rogando a Dios para que el espíritu de mi abuelita esté lleno de luz

Mediante el rezo que te presentamos hoy se le pide a Dios que guarde a las abuelas en un lugar sagrado del cielo.

Aunque sabemos que estas no se conformarán con el paraíso, pues prefieren bajar a la tierra para continuar velando por la familia como lo hicieron en el ayer.

Esta oración se funde en una mezcla de amor y agradecimiento por ese ser que lo dio todo en vida y que, desde su forma de espíritu, continúa batallando porque no se tuerzan los caminos, porque reine la paz y la armonía en el hogar, por librarnos del peligro, por nuestra felicidad y por ver que nuestra vida se colme de bendiciones.

Aunque el regalo más grande que hayamos recibido era haberla tenido en vida y haber podido disfrutar de su incomparable afecto.

Nunca olvidaremos a nuestra abuela, por eso le dedicamos esta plegaria para que su recuerdo reine perpetuamente en nuestros corazones.

Oración para una abuela fallecida

Señor Jesucristo que quisiste tener una madre en la tierra, la Virgen María, mira con ojos de compasión a tu sierva (mencionar el nombre completo de la abuela).
A quien has llamado desde el seno de nuestra familia.
Y por intercesión de Santa María de Guadalupe, bendice el amor que siempre le tuvimos y que siempre nos tuvo en la tierra, para desde el cielo amarnos y guiarnos por el sendero del bien y de la unión.
Haz que desde el cielo pueda seguir ayudándonos.
Tómala bajo tu protección milagrosa y también a todos aquellos que han tenido que abandonar personas en la tierra.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén Jesús.