Olofin vivía rodeado de riquezas y lujos, este poseía en el interior de sus palacios grandes sembradíos e incluso crías de animales.
Sus enemigos quienes conocían de su fortuna acostumbraban a robarle, un día Orunmila quien era la mano derecha del Orisha descubrió el hurto de sus contrarios y por este motivo los mismos juraron vengarse de él.
Por lo que comenzaron a vigilar sus movimientos buscando el más mínimo motivo para ridiculizarlo.
Pataki donde los enemigos de Orula buscaban perjudicarlo
Una noche la esposa de Orunmila quien estaba embarazada le pidió a este que le consiguiera maní para saciar su antojo.
Orula con tal de complacerla fue a la siembra de Olofin y lo tomó, con el afán de pagárselo al día siguiente.
Al salir del sembradío sus enemigos que lo vigilaban se lanzaron contra él diciéndole que cómo un hombre tan correcto había sido capaz de robarle a Olofin.
Orula al ver que lo habían descubierto intentó explicarse, más ninguno lo comprendió.
Cuando salió el sol al día siguiente estos marcharon al castillo del Orisha para inculparlo ante Olofin y de esta forma cobrar la venganza que desde hace tanto tiempo habían estado planeando.
El adivino se consulta e Ifá le marca ebbó para alejar al adversario
El adivino quien era más astuto fue a ver a Olofin y le dijo que unos animales estaban conspirando en su contra.
Olofin entonces le preguntó a Orunmila que hacer, este se sentó sobre la estera y marcó el sacrificio de los mismos.
Olofin aprobó la realización del ebbó, entonces Orula pidió a Eshú que trajera los animales con la boca tapada para que no pudieran hablar.
Cuando Orunmila tuvo en frente los animales los sacrificó, para que estos no lo delataran con Olofin y de esta forma tomó sus cabezas y bailó con ellas, ejecutando el ebbó que Ifá le había marcado.
Consejos de Ifá para los religiosos en Ika Meyi
En Ika Meyi nace la traición y el robo.
A través de este odun Ifá advierte a los religiosos sobre la importancia de obtener ganancias de forma limpia para que no reciban falsas acusaciones de los enemigos, quienes siempre estarán atentos con el fin de perjudicarlos.
Es vital el no dejar asuntos a suposición de otros pues los mismos pueden ser tergiversados y traer consecuencias fatales.
En esta letra no se tienen deudas ni se pide prestado dinero, pues la persona jamás podrá pagar lo debido trayéndole esto bochornos a la puerta de su casa.