En Ika Ejiogbe Oshosi cazó a la serpiente para hacer Ebbó de evolución

En este odun una serpiente vivía junto a su esposa, esta era más joven y bella que su marido por lo que llamaba la atención de sus semejantes por sus colores y los dibujos de su piel.

Un día la joven serpiente cometió adulterio y se fue de la casa con un nuevo amor.

Pataki donde el cazador Oshosi sigue la palabra de Orula

Su esposo muy disgustado juró vengarse de su contrincante y recuperar a su compañera, por lo que con ayuda de su magia se transformó en un hombre y salió al encuentro de Oshosi, quien regresaba de casa de Orunmila.

El Orisha había ido a visitar al adivino de Ifá para que este le realizara un ebbó con el fin de obtener prosperidad, pero para efectuarlo requería poseer la cabeza de una serpiente, elemento que aún no había encontrado.

La serpiente convertida en hombre que se encontraba al tanto de las necesidades del guerrero, le prometió entregarle la cabeza que necesitaba si para ello asesinaba a su dueño, pacto en que el cazador estuvo de acuerdo.

A través de un pacto se hizo venganza y se cumplió con Orula

De este modo partieron ambos hacia el pueblo, una vez llegados a la plaza el hombre divisó a lo lejos a su esposa.

Entonces le dijo a Oshosi que preparara su arco, pero que no disparase a la serpiente que poseía muchos dibujos en su cuerpo, porque esta era su esposa.

Orientándole que dirigiera su objetivo hacia la otra culebra.

Con paciencia esperaron que estuvieran lo suficientemente cerca como para no fallar el tiro.

Oshosi disparó la flecha y de un solo intento cazó a la víbora, posteriormente el cazador obtuvo lo que necesitaba para realizarse el ebbó.

Del mismo modo que su encomendador quedó conforme con la muerte de su enemigo, quien se marchó de vuelta a casa junto a su esposa, tras haber cobrado la venganza prometida.

Se cuenta que la serpiente quedó tan agradecida con Oshosi que aún acude a su llamado cuando este lo necesita.

El hombre transformado en serpiente que poseía cualidades mágicas bendijo a Oshosi por su brillante destreza con las armas.

Luego el Orisha cazador partió hacia casa de Orunmila quien le practicó la ceremonia indicada por Ifá y de esta forma el guerrero se volvió próspero, obteniendo muchas ganancias por sus servicios, fama y salud.

Virtudes que decidió emplear en su totalidad en realizar obras de caridad hacia los desesperados que acudían a su puerta.