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Crónica 5: La competencia «Confía, las flechas de Ochosi te guían»

La competencia Ochosi

«Los hijos de Ochosi protegen a su familia.»

  __ ¡Un aplauso al gran mago Mauro! __

El griterío de los niños contagió toda la sala, hasta el personal médico aplaudió el excelente acto. Uno a uno, el protagonista fue saludando a cada chico.

__ Nos vemos la semana que viene niños, y recuerden… siempre hay un motivo para ser felices… siempre. __

Y así era, domingo tras domingo José Mauro Alcántara Vallejo se convertía en «El gran mago Mauro», después, al salir sin atuendos ni maquillajes volvía a ser simplemente Mauro el plomero. La misma rutina de siempre, parecía que su vida no tenía planeada ningún giro inesperado, pero como sucede en las buenas historias, un personaje imprevisto lo esperaba en la puerta de su casa.

__ ¿Qué hay Mauro… cuanto tiempo verdad…? __

El sonido de aquella voz lo transportó de golpe al pasado, cuando era un Mauro joven con ambiciones, sueños, y, sobre todo, una meta:

__ «Voy a ser campeón olímpico Alfonso, lo puedes apostar.»__

Alfonso de cuerpo presente, cinco años más viejo, pero con la misma presencia, antes agradable, hoy, el ser humano más odiado por él.

__ Espero no me guardes rencor… hermano. __

Aquella palabra:» hermano», en los oídos de Mauro sonó a ofensa y pudrición, el instinto quería abofetear al visitante inoportuno, pero la cordura de la madurez lo hizo contenerse.

__ ¿Qué se te ofrece Alfonso? __, preguntó mientras abría la cerradura.

__ Rectificar mi error. __ respondió entrando en la casa sin invitación. Un lugar pequeño, sencillo y acogedor, resaltaba en la cómoda una foto familiar.

__ Mi esposa y mi hija… ¿Qué quieres Alfonso? __

Una oferta puso sobre la mesa, pero la reacción no fue la esperada.

__ ¿Pero si es una gran oportunidad… tu gran oportunidad? __

Mauro tomó el cuadro entre las manos, acarició la imagen de la niña, volvió a colocarlo y sereno respondió:

__ Eso ya no es lo más importante en mi vida, por favor, vete y no vuelvas más. __

Alfonso dejó una tarjeta en la cómoda y se retiró, no sin antes decirle:

__ Si cambias de opinión, esta es la dirección, la competencia es el domingo. Mauro… de veras lo siento mucho. __

Esta vez las palabras sonaron sinceras. Sólo con el silencio, Mauro fue hasta la habitación, abrió el armario y sacó un arco y un estuche lleno de flechas, nuevamente la memoria voló hacia el pasado.

__ «En esta escuela no admitimos una falta tan grave… queda suspendido definitivamente.»__

La semana transcurrió con la cotidianidad habitual hasta el viernes, cuando al regresar del trabajo ella lo estaba esperando. Frente a frente, cada quien tratando de descifrar los pensamientos del otro.

__ ¿No vas a abrazar a tu esposa? __

Pero Mauro no se movió.

__ ¿No me vas a preguntar por qué estoy aquí hoy? __

Aun así, el hombre no se movió.

__ Volvió… volvió Mauro, volvió… nuestra pequeña volvió. __

Lo dijo y se lanzó sobre él, anonadado ante tamaña noticia. Minutos después, la hermosa mujer le mostraba un video en el teléfono.

__ «Hola papi«__. Allí estaba, su pequeña, su bebé hermosa, con sueros y aparatos médicos pero brillante, sonriente, con vida.

__ Solo vine por su peluche preferido, mañana le dan el alta, nuestra pequeña volverá a casa … ¿no estás contento? __

Y Mauro contó la historia del visitante y la nueva oferta.

__Deberías ir, es una señal, una buena señal. Este podría ser nuestro nuevo amanecer. __

Le besó la frente y se fue, dejándolo solo con sus pensamientos. Nuevamente, tomó el arco y las flechas, respiró profundo e imaginó a su Orisha guía.

__ Ochosi.__

La ventana se abrió repentinamente por un viento amigo que hizo caer la tarjeta, aún sobre la cómoda, justo a sus pies. El mensaje le pareció tan claro como la recuperación del amor de su vida, a quien por fin podría besar mirándola a los ojos.

__ Gracias Ochosi… lo haré. __

A campo abierto, las condiciones estaban creadas para el evento competitivo, los participantes fueron ubicándose cada quien, en su sector, a varios metros de las relucientes dianas, cada uno ultimando los más mínimos detalles en sus implementos, solo un carril vacío.

Alfonso, muy nervioso, intercambiaba miradas entre el reloj y el camino.

__ No podemos esperar más Alfonso… lo siento. __

Entonces lo vio venir, vistiendo un traje deportivo azul y amarillo y el arco resaltando su figura atlética, esta imagen lo llevó a rebobinar la retrospectiva más crítica en la relación de ambos:

__ ¡Fuiste tú Alfonso, tú robaste los exámenes, tienes que decirles la verdad o me van a expulsar… tienes que decirles! __

El flashback fue cortado por un inesperado estrechón de manos.

__ ¿Cuál es mi diana? __

La competición se efectuó satisfactoriamente, los jueces dieron la puntuación final.

__ Felicidades, sabía que ganarías, sigues siendo el mejor arquero que he conocido. __

Otra vez las manos estrechadas.

__ Bienvenido al equipo olímpico Mauro y.… lo siento de veras. __

Y Mauro le respondió con una sonrisa, luego le enseñó el video compartiendo con su esposa e hija.

__ Por cierto, tengo que irme ya, estoy retrasado. __

Recogió sus cosas y salió corriendo. Visiblemente emocionado al haber alcanzado la redención por sus pecados juveniles, Alfonso le gritó al compañero reconquistado.

__ ¿Vas con tu familia? __

Y Mauro, felizmente realizado respondió.

__ ¡No, primero tengo algo que hacer! __

La familia la tenía segura en casa, pero los niños del hospital esperaban su función dominical, y el gran mago Mauro no podía fallarles. Por supuesto que no porque… «Siempre hay un motivo para ser feliz… Siempre «.

«Confía, que el arco y las flechas de Ochosi te guiarán por siempre.»

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