¿Conoces a Oyá Yansa? La dueña del aire que respiramos en esta vida

La Virgen de la Candelaria, Santa Teresa del Niño Jesús o Santa Teresa de Ávila patrona de los escritores, primera mujer doctora de la iglesia católica y fundadora de las Carmelitas Descalzas, tiene su festividad el 15 de octubre, es sincretizada en la religión yoruba como Oyá Yansa, quien es la secretaria de Olofin.

¿Quién es la Orisha Oyá?

Oyá es la señora de la centella, la dueña de los vientos, los remolinos, el arcoíris y los espíritus.

Sin ella nada es posible pues sin el aire el ser humano no podría vivir, está presente en la voz, en el aliento, en los sonidos, en la respiración, en el polen y en las hojas que viajan a través de los vientos.

Su número por excelencia es el nueve, por lo que toda ofrenda que se le coloque debe ser representada en este mismo número.

Es una deidad relacionada directamente con la muerte, su casa se encuentra en la puerta del cementerio, por lo que es frecuente encontrar en la misma ofrendas y sortilegios.

Características de Yansa, deidad de la oscuridad en el Panteón Yoruba

Representa los ritos funerarios, los sentimientos lúgubres, el campo espiritual, la reencarnación.

Esta santa acude al sonido de la vaina de framboyán, vistiendo una combinación de todos los colores excepto el negro.

Su día de la semana es el viernes, día designado para pagar los pecados.

Es amante de la guerra siendo la mocha su arma de combate favorita, su nombre en yoruba significa oscuridad.

Es una orisha tempestuosa, dueña de los huracanes, con su viento llamado osa trae prosperidad a sus devotos y aleja el infortunio.

Atributos y ofrendas de Oyá Yansa ¿Qué le gusta a esta orisha?

Oyá es considerada una santa agrícola pues con ella lleva todas las herramientas necesarias para labrar la tierra y hacerla prosperar, además de un iruke (rabo de caballo) y nueve brazaletes de cobre.

Se le ofrendan frutas de colores como:

El caimito,
la granada,
las uvas,
el cacao y
el coco.

También vegetales como la berenjena.

Gusta de las velas blancas, carmelitas o color rojo vino y las flores variadas, siendo su favorita el lirio.

En sus altares es frecuente encontrar nueve hojas de Caimito, Yagruma o Croto que representan la verdad y la impostura que se encuentran en las entrañas del ser humano, el principio y el fin, la vida y la muerte y lo bueno y lo malo.

Oyá gusta de la pandereta, los reguiletes y del baile, cuando danza lo hace de forma rápida haciendo círculos al compás de los tambores.

Inculca a sus hijos la importancia de la fidelidad y la constancia para lograr los sueños pues cree que si se lucha por alcanzarlos estos se hacen posibles.

Entre sus virtudes sobresale el arte culinario, la dedicación conyugal y el cuidado de la descendencia.