La Diosa del Amor yoruba Oshún, muchas veces es vista solamente como una deidad femenina llena de sensualidad y riqueza, que disfruta de la atención y gusta encantar a aquellos que la observan.
Sin embargo, muchas son las leyendas que muestran los sacrificios, el honor y la integridad de una deidad que puede ser dulce como la miel, pero también sumamente justiciera y noble.
Mostramos a continuación 2 pataki que demuestran la benevolencia de Oshún:
Pataki de Oshún y Shangó
Cuenta la historia que hace mucho tiempo existió un pueblo muy pobre que no poseía ningún tipo de orientación religiosa y como desconocían las reglas y enseñanzas no tenían asiento de osha.
Y todo parecía ser culpa de Shangó, dios de los truenos, los rayos y las tormentas, que hacía «obras malas» a ese pueblo para favorecer a otros lugares de esa tierra.
Pero Oshún conoció sobre la precaria situación en que se encontraban las personas del poblado y decidió que no podía quedarse de brazos cruzados. Por ello decidió ir al pueblo y hacer limpiezas y obras buenas y a enseñar a la gente las reglas de Ocha.
Así, el pueblo comenzó a salir adelante y las personas estaban felices de tener a Oshún con ellos.
Pero Shangó se enteró de la prosperidad del pueblo y se puso muy furioso. Decidió ir al pueblo y preguntar a cada persona si tenía Osha en su lerí (cabeza). Al que respondía afirmativo, lo mataba sin piedad.
Las personas llenas de miedo le contaron a la Diosa bondadosa que les había ayudado, el suplicio y ella fue junto a Olofi para pedirle ayuda. Olofi respondió a sus rezos y se encontró con Oshún y Shangó.
Cuando estuvieron los tres juntos Olofi alabó a Oshún por las buenas obras que estaba haciendo en el pueblo y por enseñar sabiduría religiosa y recriminó a Shangó por hacer el mal.
Luego les dijo que esa guerra debía terminar y como conclusión indicó:
Oshún no podría hacerle Osha a ningún omo Shangó, y Shangó no podría hacerle Osha a ningún omo de Oshún.
Omo (Hijo)
En este pataki se respalda porqué la Orisha Oshún no asienta Shangó y Shangó no asienta Oshún.
La madre Oshún y la moneda
Cuenta el pataki que Oshún perdió su reino y sus riquezas por las guerras y por su empeño de ayudar a todo el mundo, por lo que quedó sumida en la miseria total.
Por ello se decidió a lavar ropas en un río y las personas le pagaban una moneda de cobre, la que utilizaba para alimentar a sus pequeños.
Un día estaba lavando y se le cayó su última moneda al río, que la arrastró poco a poco hacia el mar.
Oshún desesperada por el sustento de sus hijos le rezó a los dioses de las aguas, Yemayá y Olokun, para que le devolvieran su moneda y así podría pagar la comida de sus hijos.
Yemayá y Olokun escucharon sus rezos y conmovidos, recogieron todas las riquezas de los mares y se las ofrecieron a Oshún, pero ella solo recogió su moneda de cobre.
Entonces las deidades entendieron la honestidad de aquella reina sin riquezas y por su honor y sacrificio le ofrecieron riquezas y el río como su casa, advirtiéndole que nunca más debería dar todo lo que poseía.
Estos pataki nos enseñan que Oshún es benevolente, bondadosa, es un amor de madre, es un amor de mujer. Es una Diosa que ayuda a su paso, y que, aunque posee un carácter impetuoso cuando se le ofende, siempre que se le ama regala felicidad, amor y abundancia.