La devoción por San Lázaro en Cuba es tan fuerte como la adoración a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de la isla.
Esta veneración se une también al culto a la Santería, pues la figura de este santo católico se relaciona a la del Orisha Babalú Ayé, deidad africana de las pestes y las dolencias en el panteón yoruba.
Narra el Nuevo Testamento la parábola del rico epulón y el pobre Lázaro, el hombre rico y el mendigo, que además era leproso y andaba con heridas en sus piernas acompañado de sus fieles amigos, los perros.
Por ella es que la condición de leproso del pobre Lázaro lo convirtió en santo patrón de la lepra y la enfermedad.
Una parábola de Jesús de Nazaret refiere que el pobre Lázaro llega a la gloria del cielo mientras el rico epulón es condenado al infierno.
San Lázaro de Betania, fue el personaje bíblico que vivió en Betania, un pueblo a las afueras de Jerusalén.
Cuentan las Escrituras que en su casa se alojó Jesús al menos en tres ocasiones y finalmente lo revivió, por lo que su nombre es utilizado frecuentemente como sinónimo de resurrección.
Lázaro es un nombre israelí que quiere decir Dios es mi auxilio.
Se dice que luego de morir Lázaro, Jesús lloró, al contemplar el duelo de María y Marta, las hermanas del fallecido.
Y es que Lázaro dio la vida por su fe y por su gente y fue martirizado un 17 de diciembre, fecha que hoy en día y fundamentalmente en Cuba, tiene una inmensa trascendencia religiosa.
A San Lázaro le rendimos gran devoción ¿Cómo se venera al santo en Cuba?
En Cuba, la figura de San Lázaro se asocia a la del Orisha Babalú Ayé y a ambos se le dedica una de las mayores muestras de fe colectiva presentes hoy en la Isla.
Los devotos de San Lázaro le ofrecen grandes muestras de devoción e incluso sacrificios, cumpliendo las promesas que se le hacen al santo.
Cada día 17 de diciembre, en su celebración:
Muchos de sus devotos se visten con tela de saco y llegan al Santuario Nacional de San Lázaro ubicado en el poblado de Rincón, actual municipio Boyeros en la Provincia de La Habana, centro del culto a la deidad.
- Allí llegan todos a venerar a la efigie que se coloca en las afueras de la iglesia, porque la institución no reconoce al San Lázaro mendigo que veneran los devotos.
- También allí en el santuario se encuentra una fuente que emana un chorro de agua, que religiosamente se cree bendecida por la deidad.
- Muchos tras caer de rodillas y rezarle con fervor a San Lázaro, acuden a lavarse con esta agua milagrosa y no solo para sanar enfermedades, sino injusticias y tristezas.
- A las 12 de la noche del 16 de diciembre, todos los devotos hacen silencio ante el advenimiento del Día de San Lázaro, tras lo cual se celebra la misa más importante de la jornada.
- Luego los párrocos de la Iglesia escuchan a los devotos y se mantienen atendiendo a los penitentes, tratando de aliviar su dolor corporal y espiritual.
- Los más de 10 mil creyentes que acuden al Santuario entre los días 15, 16 y 17 de diciembre, nunca llegan a venerar a San Lázaro con las manos vacías.
- En sincretismo siempre con la figura del Orisha, al santo se le ofrenda flores, la mayoría de ellas gladiolos lilas, velas blancas y moradas, medallas y otros objetos con la imagen de San Lázaro.
Pero también se le llevan ofrendas de alimentos y frutas, se depositan monedas en una tela o cesta que hace de alcancía ante la efigie, y se entregan limosnas a los pobres para honrar al santo y su condición de mendigo.
Después, rezan a los pies del santo pidiendo salud y bienestar y agradeciendo sus bendiciones.
Le rogamos al milagroso San Lázaro por salud y paz ¿Cómo lo hacemos?
La mayoría de los cubanos, creyente o no, ha escuchado sobre las promesas a San Lázaro para que ayude a las personas a sanar y a recuperar la salud.
La leyenda en torno al santo ha crecido, a pesar de que muchos penitentes mantengan en secreto el milagro que les ha realizado.
No obstante, numerosas familias ahorran todo el año en aras de ofrendarle abundantemente a San Lázaro, porque le están inmensamente agradecidos de sus bendiciones.
Hasta el Rincón llegan devotos de todas las provincias, incluso de otros países para cumplir promesas al Viejo Lázaro.
San Lázaro está considerado santo patrón de los pobres y los enfermos, a pesar de que la mayoría de los ruegos que se le hacen están en función de las curaciones.
Al viejito Lázaro se le pide que:
- Restaure la salud y llegue la paz corporal y espiritual
- Cure a la persona que reza o a algún familiar o ser querido
- Proteja de enfermedades y dolencias que se padecen
- Traiga prosperidad al hogar y mucha tranquilidad
- Se lleve la pobreza, las penurias y desgracias
Oración a San Lázaro, patrón de los pobres y los enfermos
Muchas de las oraciones que le dirigen a San Lázaro sus fieles devotos incluyen peticiones por el bienestar y la salud no solo de familiares y seres queridos, sino de todas las personas en general.
También incluyen la petición para alejar la pobreza y las necesidades.
- Prende una vela morada o blanca en nombre del santo.
- Puede colocar flores moradas para venerarlo u otras ofrendas (al final del artículo dejamos algunas obras al pie de Lázaro)
- Así le rezamos a San Lázaro para que nos bendiga y nos aleje de la sombra de la enfermedad.
Querido patrón y asistente de los pobres y enfermos
Mi Padre, San Lázaro Bendito, tú que guías a tus fieles por el camino del bienestar
con esta oración te pido ayuda, y con la ayuda del Espíritu Santo, protégeme durante una enfermedad o en la salud.
San Lázaro dame la fuerza para superar todas las tentaciones del mundo. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
¡San Lázaro, amigo de Jesucristo y hermano y protector de los que sufren! Tú que conociste el dolor de la enfermedad
Glorioso Patrón de los Pobres, te llamo para que alejes de mi casa la sombra de la tristeza y la necesidad
que los buenos espíritus que me ayuden y que vengan en mi auxilio, cuando yo padezca de algún mal o esté en algún peligro
En ti pongo mi fe para que me salves y des consuelo a mis grandes males
Para que en tu nombre lo espíritus malos se alejen de mí
Bríndame padre, tu inmensa protección ante todo mal, que nunca llegue a mí la tristeza y que se aleje el dolor y la enfermedad
Así sea, Amén