Lucifer, vocablo proveniente del latín, donde lux se traduce como luz y fero como llevar, por lo que se considera a Lucifer como portador de luz.
Este a su vez fue bautizado como estrella de la mañana, por brillar con una luz única por sobre sus semejantes.
Este recibió el título de ángel caído, a pesar de haber sido considerado por Dios y sus huestes como un ejemplo de belleza y sabiduría.
Pero un día la soberbia lo condujo a los infiernos de la perdición, transformándose en Satanás, figura que encarna todos los pecados y males presentes sobre la tierra.
En el lenguaje bíblico las estrellas representan a los ángeles, realidad metafórica que coloca a Lucifer quien en antaño fuese un ángel, como una estrella caída del firmamento, al ser degradado por el propio Dios.
Lucifer vive en el infierno ¿Conoces la razón?
Quién fuese considerado en un momento como un querubín protector fue lanzado, según describe la propia Biblia en medio de las piedras de fuego.
Expresión que ubica que el destino que aguardaba a Lucifer después de su falta era el infierno.
Lugar donde reina sobre el caos de los pecadores por ser este el sitio perfecto para él.
¿Por qué Lucifer fue expulsado del cielo?
El todopoderoso expulsó al ángel del reino de los cielos argumentando que su corazón se había contaminado por su belleza y grandeza, pues el elegido había corrompido su sabiduría por causa de la soberbia y la autosuficiencia.
Defectos que le valieron el repudio de algunos de sus semejantes, mientras que otros descendieron junto a él.
¿Por qué se considera a Lucifer como un ángel caído?
Lucifer se rebeló contra Dios, queriendo ser como él, aunque muchas evidencias revelan que su verdadero deseo era suplantarlo.
Este fue denigrado como castigo por sus actos y junto con él cayó el ejército de ángeles que arrastró consigo por ser sus seguidores, siendo desde ese momento reconocido como un ángel caído.
La acción de arrojarlo del reino de los cielos despojándolo de todos sus derechos fue efectuada por el arcángel Miguel respaldado por sus huestes, en un intento oportuno de reestablecer el orden perdido en el reino de Dios.
La soberbia es uno de los siete pecados capitales.
La soberbia fue lo que caracterizó todo el proceso de rebeldía que desató Lucifer en contra de la doctrina de Dios.
Siendo está considerada como el más grave de los pecados capitales, pues a partir de ella se derivaron todas las clases de perdiciones que posteriormente azotaron a la humanidad.