La santería fue practicada por los antiguos esclavos negros y sus descendientes en Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Panamá, Venezuela, Brasil y en lugares con gran población hispana, como Estados Unidos de América principalmente en Miami, Nueva York, San Francisco, entre otras ciudades.
Es una creencia religiosa surgida de un sincretismo de elementos criollos, europeos y africanos con fuertes raíces culturales y una inmensa presencia en el mundo actual.
El término «santería”, de hecho, es también resultado de un proceso de transculturación, pues fue utilizado por los españoles de manera despectiva para burlarse de la devoción que mostraban los seguidores a los santos.
Ahora, a la práctica de la Regla de Ocha se le conoce como Santería y a aquellos que la practican, se les dice popularmente, santeros.
Los Santeros, su religión
Los santeros adoran a una fuerza central llamada Olodumare, el creador de la vida, la fuerza y la justicia, una corriente divina que trabaja mediante el Ashé o la energía, que es considerado la base absoluta de la realidad.
Luego están los Orishas, que son deidades asociados a las fuerzas naturales y que gobiernan aspectos del mundo. Ellos ayudan a los mortales a seguir su destino y pueden protegerlos en casos de necesidad.
Los Santeros establecen una comunicación con los Orishas para obtener sus bendiciones y su protección en la vida. Además, los veneran y agasajan con ofrendas para mostrarles su agradecimiento.
La Santería y el orden sacerdotal
La santería tiene una jerarquía sacerdotal y los máximos sacerdotes yorubas son los babalawos o babalaos, que interpretan a Ifá y al profeta Orunmila.
Dentro de la jerarquía, los babaloshas e iyaloshas, son santeros con ahijados consagrados y los Iyalorishas y Babalorishas, santeros que no tienen ahijados.
Por otro lado, los Iyawos son santeros en su primer año de consagrados, y por último los Aleyos, son creyentes pero que aún no han sido consagrados.
A todos se les reconoce como Santeros, iniciados mediante un ritual de purificación y la entrega de cinco collares que representan a los Orishas Shangó, Obbatalá, Yemayá, Oshún y Elegguá o mediante el recibimiento de los orishás guerreros que son Elegguá, Oggún, Oshosi y Osun.
Los santeros realizan las ceremonias de adoración en sus propias casas, pues la práctica de la santería carece de templos, aunque algunos elementos sincréticos han permitido rendirle culto a los Orishas en santuarios dedicados a los santos católicos.
Aunque en muchos países aún se ve la Santería como una religión del demonio, relacionada a hechizos malignos y religiosos que hacen daño, en Cuba es ampliamente aceptado porque es parte de nuestra cultura e idiosincrasia.
Ser santero se lleva en el corazón, más allá de los tabúes que existen recordemos:
«No hay religión mala, sino malos religiosos»
¿Cómo protegerse de los Santeros y la Santería? Debe saber esto.
¿Funcionan realmente los trabajos de Santería?
