Virgen de Guadalupe ¿Cómo invocar a la Madre y patrona de México?

Nuestra Señora de Guadalupe es una advocación mariana representada mediante la iconografía concerniente a la Iglesia católica mexicana.

La Virgen Morenita como también es llamada en alusión a su piel tostada y pelo negro es adorada internacionalmente, aunque la cuna de su devoción vio sus orígenes en el norte de la Ciudad de México, cuando Nuestra Señora de Guadalupe le comunicara a Juan Diego que le erigieran su templo en el Cerro del Tepeyac.

La Festividad correspondiente a la Virgen de Guadalupe tiene lugar cada año el 12 de diciembre, momento en el que sus devotos adornan sus altares con rosas blancas.

¿Cómo hacer una petición a la Virgen de Guadalupe? Un Rezo poderoso

La Morenita es conocida por dar cumplimiento a extraordinarios milagros, entre los que destacan los relacionados con la salud y la familia.

La Virgen de Guadalupe aboga por:

La paz y
la unidad entre los seres humanos.

Relata una vieja leyenda que en una ocasión mientras dos hombres se peleaban cerca del santuario levantado en su nombre una yegua negra pasó veloz chocando contra ellos, tras el impacto los contrincantes quedaron separados.

El animal desapareció y los devotos tomaron este suceso como una señal divina.

A la Morenita puede invocársele mediante la oración y una rosa blanca, siempre ofrecidas a esta desde la fe.

Oración para solicitar la intercesión de la Virgen de Guadalupe

Virgen Santísima de Guadalupe, Madre de Dios, Señora y Madre nuestra.
Venos aquí postrados ante tu santa imagen, que nos dejaste estampada en la tilma de Juan Diego, como prenda de amor, bondad y misericordia.
Aún siguen resonando las palabras que dijiste a Juan con inefable ternura:
«Hijo mío queridísimo, Juan a quien amo como a un pequeñito y delicado»
Cuando radiante de hermosura te presentaste ante su vista en el cerro del Tepeyac.
Haz que merezcamos oír en el fondo del alma esas mismas palabras.
Sí, eres nuestra Madre; la Madre de Dioses nuestra Madre, la más tierna, la más compasiva.
Y para ser nuestra Madre y cobijarnos bajo el manto de tu protección te quedaste en tu imagen de Guadalupe.
Virgen Santísima de Guadalupe, muestra que eres nuestra Madre.
Defiéndenos en las tentaciones, consuélanos en las tristezas, y ayúdanos en todas nuestras necesidades.
En los peligros, en las enfermedades, en las persecuciones, en las amarguras, en los abandonos, en la hora de nuestra muerte, míranos con ojos compasivos y no te separes jamás de nosotros.