San Eustaquio es uno de los mártires más famosos de la Iglesia, venerado desde hace siglos, tanto en oriente como occidente.
Es uno de los Catorce Santos Auxiliadores de la Iglesia Católica y conocido como patrón de cazadores. Como uno de los 14 santos su poder se asocia a interceder contra las disputas familiares.
Sus leyendas relatan que era un general romano en los ejércitos del emperador Trajano, se llamaba Plácido y era muy aficionado a la cacería.
El santo San Eustaquio de Roma combatió a las órdenes del emperador Trajano, convertido al cristianismo.
Su fiesta se celebra el 20 de septiembre, cuando se conmemora al gran Santo y Mártir Eustaquio, a su esposa Teopiste y a sus hijos Agapio y Teopisto.
Historia y leyendas de San Eustaquio: El santo de los venados
Se dice que San Eustaquio era el general más joven y apreciado en todo el imperio romano y a pesar de ser pagano, él era notablemente virtuoso y tenía un especial amor hacia los pobres.
Por sus cualidades y su alma valerosa y fuerte, Dios se le reveló como lo había hecho con San Pablo.
La leyenda cuenta que un día en que San Eustaquio fue a cazar al bosque, el ciervo al que perseguía se volvió y le dio la cara y luego apareció una cruz entre los árboles.
Eso le bastó para abrazar la vida de los creyentes en Cristo.
También su mujer Teopista recibió la visita de un ángel y se convirtió al cristianismo. Posteriormente los dos hijos del matrimonio recibieron el bautismo.
El aviso del ciervo y el ataque del demonio:
Pero días después, el mismo ciervo que había visto en el bosque, llegó a avisarle a Eustaquio que rezara mucho porque el demonio iba a atacarle duramente.
Así, su familia fue atacado y todos los miembros fueron vendidos a un mercader de esclavos. Él trabajó como granjero, su mujer como portera de un albergue y sus dos hijos como recaderos.
Pero el emperador Trajano, buscó al general Eustaquio para que ahuyentara a los enemigos de la frontera, lo que este finalmente logró.
Pero la familia no quiso tomar parte en la celebración ni en el culto a los dioses paganos, por lo que los soldados del emperador le dieron muerte a Eustaquio, su esposa e hijos.
Oración de San Eustaquio para cazar venados: El patrón de los cazadores
Por la historia y leyenda que rodea a este santo, se le pide para que ayude y proteja a los cazadores en sus faenas.
¡Oh, San Eustaquio! tú que, corriendo con todas tus fuerzas, querías cazar aquel ciervo, y subiste a las cimas para encontrarlo, tú que fuiste sabio, y astuto, y buscando cazar tú también fuiste cazado por nuestro Señor.
Tú que viste entre las astas de aquel animal la forma de la sagrada Santa Cruz, aquella cruz que brillaba más que la luz del sol, y allí apareció la imagen de Jesucristo, que te habló de cerca por la boca del ciervo diciendo:
¡Oh, Placidus, por qué me persigues! Por ti he aparecido aquí en la figura de un ciervo; soy Cristo, a quien veneras sin saberlo; tus limosnas han subido hasta mí, y por eso he venido, para cazarte a ti mismo a través del ciervo que tú querías cazar.
Te pedimos nos ayudes a que la caza sea fructífera y abundante, te pedimos que intercedas en el monte y en la montaña, allá donde vamos a cazar, pero que sea con tu protección, como mismo ibas protegido tú con la bendición del Señor.
Te rogamos llegue a ti, santo poderoso, nuestro pedido. Amén.
Rezos al Santo: invocado contra las disputas familiares
A San Eustaquio se le representa con los símbolos de un crucifijo y un ciervo en relación con su conversión, y con un horno, por su muerte.
Se dice, según su leyenda que fue encerrado con su familia en un buey de bronce, bajo el que se encendió una hoguera.
Las oraciones dirigidas a él, invocan su ayuda ante las situaciones difíciles y los problemas familiares, para obtener su protección y que interceda en situaciones complicadas.
Oración dedicada a San Eustaquio:
Antes del rezo escojamos un momento de calma para orar y prendamos una vela blanca para hacerle nuestro pedido al santo.
Glorioso San Eustaquio a ti acudimos, llenos de confianza en tu intercesión.
Nos sentimos atraídos a ti con una especial devoción y sabemos que nuestras súplicas serán más agradables a Dios nuestro Señor, si tú, que tan amado eres de Él, se las presentas.
Tu caridad, reflejo admirable de la de Dios, te inclina a socorrer toda miseria, a consolar toda pena y a complacer todo deseo y necesidad, si ello ha de ser en provecho de nuestra alma.
Mira, pues, nuestras miserias y penas, nuestros trabajos y necesidades, nuestros buenos deseos, y alcánzanos que cada día aseguremos más nuestra eterna salvación con la práctica de las buenas obras y la imitación de tus virtudes.
Amén.
Esta es la oración a San Eustaquio para rogarle nuestra Sanación
Estoy desesperado, mi Señor, y solo alrededor está la sombra.
Tú, siervo Eustaquio intercede por mi desolación, Señor, y te pido que le des tu bendición para que alivie este desgarramiento de mi espíritu y me devuelva la fortaleza de Tu Amor. Amén.