«Flecha entre hermanos«
Al salir este signo:
- Se levanta uno de la silla, da una vuelta y vuelve a sentarse.
- Se cruzan los dedos índices de cada mano como si se tiraran flechas.
Orishas que hablan en este oddun:
- Ochosi,
- Elegua,
- Ogún
- Orisha Oko,
- Orúnmila,
- Obatalá,
- Shangó y
- los Jimaguas Ibeyis.
Süyere del signo (cantos):
Ejioco Temi Ten Temitishe Miniwoloco Telaroso Temuran Timitishe Meniwa Monewoloco.
En esta letra nace:
- Flecha entre hermanos. Hoy su hermano es su enemigo.
- Los animales de pluma.
- Los jimaguas.
3 Historias que nacen en el Oddun Eyioco
1. Cuando no se acatan los consejos de Orula se atrae la desgracia
Eyíoco e Iré eran muy amigos, siempre andaban juntos. Un día Eyíoco tuvo un sueño y fue donde estaba Orula para que este le aconsejara.
Orula le mandó a hacer rogación, pero como este se dejaba guiar por los demás pues no prestó atención a lo le dijo el adivino Orula.
Con el tiempo dejó de andar con su amigo Iré y hasta andaba presumiendo que sabía más que él.
Iré preocupado fue donde Orula para que este llamara a Eyioco y le diera un consejo. Entonces Orula mandó a decir a Eyioco con Iré que si le llamaban cuando el fuera caminando no mirara hacia atrás.
El recado fue dado, pero Eyioco no lo acató, miró hacia atrás cuando le llamaron y por nada lo matan, si no hubiera sido por los Jimaguas no se hubiera salvado.
2. Nunca se aproveche del desfavorecido
Una persona que estaba mal de salud y su situación económica era pésima decide salir a buscar trabajo y llegó a una hacienda a pedir trabajo, el dueño pensando que podía explotarlo a su antojo le ofreció el empleo.
Una noche el trabajador decidió hacer rogación con dos cocos, dos velas y dos huevos, los enterró en un terreno en medio de la finca una noche.
El dueño le estaba vigilando y como siempre pensaba que le robaban, llamó enseguida a la policía.
Estos al revisar el campo solo encontraron la rogación enterrada y entonces aprovechó el trabajador y pidió que se le pagaran los daños y perjuicios.
El dueño tuvo que indemnizar con la finca pues estaba sin dinero y Eyioco se quedó como propietario de aquellas tierras.
3. El nacimiento de la menstruación en la mujer
Ode vivía con su mujer, este era cazador y cada día salía a cazar y todo lo que obtenía lo ponía al pie de un árbol para que Olofin viniera y se bebiera la sangre de la presa.
Un día al regresar a su casa, su mujer le pregunta que porqué todos los animales los trae desangrados y este le responde que eso no le interesaba a ella, y esta se queda callada.
Al otro día antes de Odé irse a cazar le echa cenizas en su bolsa y le abre tres agujeros para que así la ceniza fuera cayendo y marcar el camino y así seguir a su marido.
Este sin darse cuenta de que le seguían el rastro al llegar a donde está Olofi este le pregunta que con quien ha ido, que, si iba acompañado, y Ode le responde que no.
Entonces Olofi señala y le pregunta y quién es esa mujer que está escondida entre arbustos y Odé le responde que no sabe quién será.
Olofin dice entonces:
Oiga usted por su curiosidad si sangre quiere ver, sangre tendrá por siempre.
Y desde ese día nace la menstruación de la mujer.