Relata el pataki perteneciente al signo Ogbe Osa que en un pueblo yoruba gobernaban a la misma vez dos reyes, uno era Orunmila y su contrario era el carnero.
Orula quien había sido bendecido por Olodumare con el don de la adivinación poseían el mayor número de fieles, mientras que el otro rey no gozaba de esa misma suerte.
Pataki donde Orula y el carnero eran enemigos ¡El que hace mal cae en su propia trampa!
El carnero al ver tal situación se sentía celoso de su contrincante, por lo que decidió ejecutar un plan para deshacerse de él sutilmente.
Este partió hacia el monte para llevar a cabo su invención, para esto cavó en el suelo un agujero grande en el que introdujo unos maderos y les prendió fuego.
Cubriendo posteriormente este con hojas y paja para camuflar la trampa con la que perjudicaría a Orula.
El rey fue en búsqueda de Orunmila para que lo acompañase al monte, pues este según él era el sitio perfecto para aclarar sus diferencias porque en ese pueblo debía existir un solo rey.
Orula hace ebbó e Ifá le advierte la trampa de su enemigo
Cuando el carnero se retiró, Orula, quien dudaba de sus intenciones, se realizó un ebbó para librarse de todos los osogbos que su contrincante le deseaba.
A la mañana siguiente Orula partió hacia el monte en búsqueda del carnero llevando consigo el ebbó, después de un largo trayecto sin haber encontrado pistas sobre su enemigo el gran adivino se sentó sobre un tronco para descansar.
Este vio a lo lejos humo, por lo que cautelosamente se acercó hasta el sitio de dónde este provenía.
Con la ayuda de su bastón removió cuidadosamente las hojas y la paja de un hueco percatándose de la presencia de las llamas en su interior.
Rápidamente pensó que esta era la trampa que Ifá le había advertido por lo que arrojó el ebbó en las brasas.
El traidor se construye su propia desgracia…
El carnero que lo estaba vigilando en silencio al darse cuenta que Orula había descubierto sus intenciones quiso empujarlo a traición hacia el hueco.
Hecho que impidió Oshosi, quien capturó al carnero en el acto.
Orunmila sintió un ruido a sus espaldas y cuando se volteó vio a Oshosi agarrando al carnero, este le pidió al adivino que se lo regalara.
El oráculo de Ifá no tuvo objeción ante la petición de Oshosi pues el carnero lo había traicionado.
El Orisha cazador, quien había llegado de cazar se sentía hambriento por lo que aprovechó la propia trampa del carnero para cocinarlo.