La Ceiba, la Palma Real y la Siguaraya se alzan gloriosas en los paisajes cubanos, las tres son símbolos de cubanía, de identidad y de religión y por ello son considerados árboles sagrados hoy en día para los practicantes de la Regla de Osha (Santería).
La Ceiba y los espíritus
El que siembra una Ceiba tiene un compromiso de por vida y de cómo la cuide dependerán sus alegrías y fortunas, y es que en la Regla de Osha (santería) este árbol de secretos indescifrables, posee magia y un valor sagrado.
La Ceiba, ese inmenso árbol que puede verse en muchos paisajes cubanos, alberga las almas de todos los muertos y no se quema ni se corta sin tomar miles de precauciones.
En la religión yoruba, la Ceiba representa un Orisha poderoso llamado Iroko y en su concepción está Aramú, o la Virgen de las Mercedes de los Ararás.
Por ello en muchas culturas la Ceiba tiene fuerte conexión con el mundo espiritual.
La Ceiba guarda los espíritus de los fallecidos y a su alrededor se depositan ofrendas para darle de comer a los muertos que residen en su interior.
A los pies de este majestuoso árbol, se realizan muchos tipos de ceremonias religiosas, entre ellas una que recibe el nombre de Itiambo, dedicada al alma de un difunto.
La Palma Real y el gran Orisha Shangó
La Palma, símbolo identitario de Cuba y uno de los árboles que con más frecuencia está presente en los paisajes de la Isla, es sumamente valorado por las expresiones religiosas africanas.
En las prácticas de la Regla de Osha la palma es un árbol que encierra un gran significado espiritual, comunica el cielo y la tierra, y es vista como una columna que le proporciona sostén del mundo.
Para los congos o seguidores de la Regla de Palo Monte, se le conoce como Diba, Lala, Mábba y Dunkende, se dice que cuando a una palma la impacta un rayo, los practicantes van hasta allí en busca de la “piedra de rayo” para montar las ngangas, o recipientes espirituales.
En la Regla de Ocha la Palma se conoce como llé Changó Orissá, Iggi Opwé y Alabi y es la casa del orisha Changó, Dios del trueno y de los tambores, Rey yoruba de gran fortaleza y valentía.
Desde la cima de este inmenso árbol cubano, Shangó puede proteger a sus hijos, sabiendo todo lo que pasa a su alrededor, desde allí cuida y ampara.
Por ello en la religión yoruba es tan importante la palma para los rituales religiosos vinculados a Shangó y también para hacer el mariwo, cortina que divide el mundo espiritual del social, un elemento sagrado que usualmente vemos en los Ilé Osha (casas de santo) y que representa al orisha del monte, Oggún.
También valoran los Abakuá a la palma o como le llaman, Ukano Mambre. Cuenta la leyenda que a los pies de este imponente árbol se organizó por primera vez la secta en Cuba, por lo que siempre sus rituales y ceremonias se conectan a él.
La Siguaraya y los Orishas
La Siguaraya es también un árbol icónico de los parajes cubanos, famoso por su madera y su belleza florecida, pues del néctar de las flores las abejas producen una miel intensa sin igual en el mundo entero.
Y no hay santero en Cuba que no diga que la Siguaraya contiene a los siete orishas principales de la religión Yoruba.
Ese árbol también pertenece al orisha Shangó y abre los caminos para aquellos que adoran y veneran a las Siete Potencias Africanas compuesta por las deidades Yemayá, Elegguá, Ochún Obatalá, Orula, Oggún y Shangó.
La Siguaraya, es conocida también como Siete Rayos, en referencia a Changó, Dios del trueno y el rayo. Esta planta es sumamente respetada por todos los practicantes de la Regla de Osha y tiene su parte en los rituales y ceremonias dedicados a Shangó y a las 7 potencias del panteón yoruba.
A él acuden a rezar y a hacer ofrendas todos aquellos que necesitan del poder combinado de los siete Orishas para agradecer y pedir ante situaciones desesperadas.
A la Siguaraya le cantó el gran Benny Moré, cantante de Cuba y el mundo, su letra expresa el gran poder de esta planta.
Letra de la canción “Mata Siguaraya” de Benny Moré
En mi cuba nace una mata
Que sin permiso no se puede tumbar
no se puede tumbaeee
porque son orichas.Esa mata nace en el monte
esa mata tiene poder
esa mata eees Siguaraya«Esa mata tiene Siete Rayos,
Siete Rayos tiene esa mata caballero eh,
no se puede cortar»(Coro)
Siguaraya, verá verá
con permiso yo va a tumbar.
La Ceiba, la Palma Real y la Siguaraya, árboles que se alzan para cobijar la fe, son símbolos sagrados de religiosidad en Cuba.
Tres árboles imponentes, majestuosos, que dan sombra a la fe de muchos religiosos. Tesoros del culto afrocubano y veneración a los Orishas, sitio sagrado para realizar ceremonias, rituales y obras dedicadas a las deidades que nos cuidan y nos amparan.