La patrona de los Eggunes es una Orisha de suma inteligencia, Yansa no bajó a la tierra para hacer la guerra como muchos creen sino para exterminarla.
Esta santa mantiene la fuerte convicción de que luchar por la realización de los sueños y por el respeto de los propios derechos son los dos grandes caminos para triunfar en la vida.
3 de los hermosos caminos de Oyá:
Bomi, Nira e Igbalé representan tres de las vidas de esta santa, donde el agua, la arcilla y el destino moldean sorpresas predestinadas a engrandecer a la raza humana o dejar en esta, la huella de grandes lecciones.
Yansa Bomi, la Oyá que nació en el agua
Por este camino Yansa nació en las aguas, por lo que se precisa añadir al interior de su receptáculo un poco de este preciado líquido, aunque no se hace necesario que el agua sobrepase los otá (piedras).
Oyá Bomi realiza sus pactos y hechicerías a la orilla de los ríos y los mares, sitios donde puede canalizar mejor su energía, por lo que sus ceremonias en estos lugares poseen un importante valor sobreañadido, relacionándose de cierta forma su magia con sus dos hermanas Oshún y Yemayá.
Oyá Nira, la reina de la tierra de Ira
La deidad de las centellas nombrada Oyá Nira fue reina de la tierra de Ira, sitio donde gobernó con inteligencia y misericordia durante muchos años.
Suele asociarse este avatar de Yansa a la llegada de la lluvia, por ser el agua proveniente del cielo fuente de vida y riquezas para el ser humano.
Su nombre guarda estrecho vínculo con la arcilla y con el proceso de moldeado que sufre esta para dar lugar a grandes creaciones.
La reina contrajo nupcias con la deidad Oggún Onirá, santo que al igual que ella conoció el secreto de la energía proveniente del agua.
Oyá Igbalé, la señora del cementerio
La orisha Oyá Igbalé es la deidad dueña y señora del cementerio, representa el ascenso de las almas al mundo de los muertos.
Igbalé se relaciona con el poder de la imposición, hecho que muchas veces corta de raíz la duda y conduce al caminante por felices destinos
La voz de esta deidad es oída y respetada en el mundo yoruba, pues la santa defiende la nobleza de la verdad por encima de todas las cosas.
Esta Orisha es la encargada de resguardar el delicado velo que separa la vida de la muerte.
A través del culto de su nombre se rinde homenaje a la legión de Eggunes que descansan en el interior de los campos santos.