3 Avatares de Oyá entrelazados por el amor: "Dumí, De y Bumí"

Oyá Yansa es una de las deidades más respetadas dentro del Panteón Yoruba, muchos son los hombres y mujeres que veneran su grandeza y como no hacerlo, si la santa es la única deidad femenina que comanda un ejército de Eggunes.

Es diestra en la batalla, buena amiga, dedicada esposa y excelente madre.

A sus hijos los protege de todo mal, se cree que esta Orisha es capaz de concederles a estos el gran don de alejar o presentir su propia muerte, virtud de gran peso en el plano terrenal.

¿Conoces estos tres poderosos caminos de Oyá Yansa?

Dumí, De y Bumí son tres caminos de Oyá que se cruzan en un mismo punto, intersección que se relaciona con el amor a la familia y la entrega, dos grandes virtudes que solo Oyá puede desarrollar a tan alto grado de perfección.

«Oyá Dumí» la Orisha Iyanifá

En este avatar de Oyá presta especial atención al trabajo en equipo, pues en esta vida la santa era fiel confidente y hermana de causa de las guerras desarrolladas por Elegguá y Kawó Silé.

Junto al Orisha milagroso Babalú Aye, Oyá Dumí conoció los secretos de Ifá iniciándose en muchas de sus prácticas.

Por este camino de la santa nace el don de la adivinación y la facultad de predecir el futuro alineando los astros.

Oyá Dumí es una gran consejera religiosa, el lema de esta deidad es “mejor demostrar con hechos lo que sobra con palabras”.

«Oyá De» la santa que influye en la fertilidad.

Este es el camino de Yansa donde es guerrera y labradora, en esta ocasión acompaña a Orisha Oko, deidad que estuvo a cargo de enseñar a la misma los misterios ocultos en el corazón de la tierra.

Entre sus principales virtudes se encuentra la caza, con sigilo se oculta en el monte para atrapar con precisión sus presas.

A Oyá De se le ruega para obtener un gran favor y superar tiempos difíciles.

Olodumare encargó a esta santa la facultad de influir en la fertilidad de la tierra y de la raza humana influyendo directamente en el surgimiento de la descendencia y en la proliferación de sueños y valores.

«Oyá Bumí» la deidad que controla el viento.

En el avatar en que Yansa se hace llamar Oyá Bumí es donde la santa adquirió sus dones de dominar el aire, poderoso elemento de la naturaleza.

Con él crea remolinos de viento, se lleva los osogbos y trae bendiciones.

Cuando la deidad de ébano enfurece, arrasa con todo a su paso manifestándose mediante sus tornados, pues su ira es tan grande como su belleza.

Por este camino, Bumí habita en los pozos, hecho que la ha relacionado en Cuba con la aparición de diversos espectros que merodean dichas fuentes de agua en la noche en búsqueda de refugio, consuelo o simplemente para asustar al deambulante desprevenido.