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A Oshún se le ofrece el chivo solo si está castrado ► Conoce esta Historia

Relata el pataki que Oshún y Orunmila se encontraban felizmente casados, su matrimonio como todos tuvo períodos de altas y bajas, pero siempre lograron mantener intacta la llama del amor y superar las crisis tomados de las manos.

Pataki donde Orula traiciona el pacto con su esposa Oshún

Unos años después de haber contraído nupcias Oshún enfermó gravemente.

Los médicos de la región no tenían esperanzas en su recuperación por lo que prepararon a su familia para lo peor.

Al paso de unos meses tal y como habían previsto los galenos la dueña de la miel de abejas falleció.

No sin antes hacer prometer a su esposo que jamás volvería a casarse ni se involucraría sentimentalmente con otra mujer, promesa que él juró respetar.

Al paso del tiempo Orunmila no respetaba el juramento que le había hecho a su esposa en su lecho de muerte y seguía frecuentando mujeres y hasta había pasado por su mente la idea de volverse a casar si encontraba a la mujer indicada.

El espíritu de Oshún se encoleriza contra Orula

Cuestión que molestaba bastante al espíritu de Oshún quien se enfureció con él y comenzó a atormentarlo.

Ozain del Monte al ver la vida desenfrenada que estaba llevando Orula le recordó el pacto que este había establecido con su finada esposa.

Entonces el oráculo de Ifá sentó cabeza y trató de componer todo el desastre que había creado hasta entonces por no cumplir con su palabra.

Orula decidió mirarse y buscar consejo en Ifá, saliendo sobre el tablero como primer mensaje el disgusto que sentía Oshún por él y lo decepcionada que estaba de su persona.

Ifá marca el ebbó de un «Chivo castrado» para aplacar la furia de Oshún

Entonces Ifá le marcó un ebbó para mitigar la furia de Oshún el cual requería que se comprara un chivo y lo castrara en su casa.

El adivino debía tomar los testículos del chivo y envolverlos en uno de sus calzoncillos, posteriormente entregárselos a la mensajera de Oshún para que esta se los hiciera llegar hasta su palacio en el reino de los cielos como prueba de su arrepentimiento.

Y, por último, debía dar el chivo en el río para de esta forma limpiar su nombre y aplacar la furia que sentía la Orisha más bella del panteón yoruba.

La ofrenda y su cambio de estilo de vida fue la forma que Orula encontró para contentar a Oshún, por eso a esta deidad se le sacrifican los chivos solo si están castrados.

De otra manera jamás recibiría esta inmolación por considerarla una falta de respeto hacia su persona.

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