Oyá en el panteón yoruba es una Orisha guerrera e impetuosa, fémina líder valiente, certera, apasionada y muy poderosa.
Es dueña en la naturaleza de la Centella, de los vientos fuertes, de la tromba, del remolino.
En la Santería o Regla de Osha-Ifá cuenta un Pataki que Oyá es madre de nueve espíritus y por ello vigila la entrada del cementerio y acompaña a los muertos a su destino.
Oyá, el marrón y los nueve colores de su falda
Por su estrecha relación con la muerte, esta diosa lleva colores oscuros y marrones, pero nunca negro. Y es que Oyá simboliza el fin de una etapa.
Pero ella también representa el nuevo comienzo, pues es la encargada de sostener la vida en la Tierra. Sin Oyá no tendríamos aire para respirar, su energía nos provee oxígeno.
Por ello Oyá lleva tonos marrones asociados al fin, a esas hojas que se marchitan y caen.
Viste también una falda de nueve colores que simboliza las nuevas etapas de la vida, la primavera que regresará trayendo vida.
- Los colores de Oyá Yansa en la Santería además del marrón son el vinotinto y los tonos del arcoíris, mismo fenómeno que simboliza en la naturaleza.
Significado Espiritual del color marrón
A nivel cultural los significados del marrón se relacionan con el color del otoño y lo marchito, que es a su vez el fin de la primavera, pero el inicio del invierno.
Por ello es un color asociado a los poderes de Oyá sobre la vida y la muerte, el inicio y el fin.
Otros significados de ese tono asociado a la Orisha son:
- Está unido a la renuncia de los bienes materiales, de hecho, es usado por muchas órdenes de monjes y sacerdotes.
- Representa el sacrificio por los que se quieren.
- En muchas culturas se le relaciona con el luto y la muerte, elementos también asociados a los poderes de Oyá.
- La vida que brota del útero, pero con una connotación más serena y tranquilizadora. El inicio de la existencia.
- También simboliza la espera de una nueva temporada de cosechas tras el crudo invierno en el cual nada pudo crecer en los campos.
- El marrón es símbolo de la tierra, esa que nos acoge al finalizar nuestra vida.