El Convento de San Francisco de Asís, es uno de los más bellos exponentes arquitectónicos de la Habana Vieja, con una exquisita fachada barroca en nítidos tonos crema, que destaca el decursar de las décadas desde su fundación.
Su construcción comenzó en el año 1548 y duró hasta 1591, pero se terminó completamente casi 200 años después, en 1738, por lo elaborado de su estructura.
Su fachada se encuentra en la Calle Oficios y contiene tres estatuas de piedra que representan a la Inmaculada Concepción, San Francisco de Asís y Santo Domingo de Guzmán.
Iglesia de San Francisco de Asís: tradición cubana
Su construcción fue impulsada por los monjes franciscanos y se reconoció como una ubicación en la privilegiada zona occidental de la bahía. La iglesia de San Francisco de Asís, sirvió también de cementerio a los colonos nobles de Cuba, en los siglos XVII y XVIII.
El Convento de San Francisco de Asís en La Habana, dio cabida luego a la enseñanza, y los monjes franciscanos lo utilizaron como escuela de bachillerato por siglos.
Allí impartían clases de Gramática, Filosofía, Teología y Matemática.
Finalmente, y tras albergar disímiles actividades en su interior, con el triunfo de la Revolución, se le otorgó la categoría de museo de Historia Colonial.
Ahora es una instalación que alberga objetos históricos de carácter religioso y que cuenta con la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, una inmensa sala donde se puede disfrutar de la música sacra y de cámara.
San Francisco de Asís: sincretismo con Orula
San Francisco de Asís fue un fraile que decidió vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios.
Sus enseñanzas dictan…debemos ser sencillos, humildes y puros. Nunca debemos desear estar por encima de los demás, sino, al contrario, debemos, vivir como servidores…
Como santo católico, San Francisco, se sincretizó en la cultura afrocubana con una deidad de la religión africana, en este caso con el gran adivino, Orula.
Orula es el Orisha de la adivinación, y revela el futuro a través del secreto de Ifá. Tiene el conocimiento de las cosas secretas del ser humano y la naturaleza, posee todo el conocimiento acumulado sobre la historia de la humanidad.