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La leyenda del Coabay, el Espíritu que no deja descansar a los difuntos

El Coabay

El culto hacia lo místico en Cuba alberga muchas leyendas, convirtiéndose el fabulario cubano en un pozo sin fin de relatos que narran apariciones y pactos con seres de otro mundo que el populacho no ha dejado morir en el olvido.

  • El Coabay es un espectro demoníaco oriundo de la región central y oriental del país.

Algunos de los misterios que rondan a este espectro

Es un ser que habita las cuevas de la campiña cubana:

  • Durante el día asume la apariencia de un murciélago,
  • al caer la noche toma su forma originaria tornándose un espectro, capaz de disfrazarse bajo cualquier figura humana o animal.

Se cuenta que el Coabay penetra en las cuevas o casas abandonadas cerca de los cementerios, pues su acto predilecto consiste en tomar la apariencia de los recién fallecidos para durante la noche bajo su nuevo disfraz, visitar a sus familiares, causando horror con su llegada.

Es capaz de tomar la apariencia de los espíritus

Otros testimonios afirman que este fantasma toma la apariencia del difunto para rondar la casa de sus allegados, haciéndolos ver mediante su aparición la posible falta de luz del difunto, infundiéndolos a pensar en que quizás el espíritu no pudo elevarse y descansar en paz.

Realidad que hace que los familiares del fallecido se vean obligados a acudir a la iglesia y al cementerio para colocarles misas y ofrecerle otras atenciones, para que el mismo pueda llegar hasta donde se encuentra el todopoderoso.

Se sirve de la tortura y angustia de los humanos

Algunos han comentado creer que cuando el Coabay toma la apariencia de un muerto este jamás llega al cielo, pues a la par que atormenta a la familia, tortura a este para que no pueda comunicarse con sus familiares, pues este ente sobrenatural disfruta de la tortura y la angustia que causa a los seres humanos.

Si no percibe miedo y dolor, el Coabay se aleja

El Coabay casi siempre logra su objetivo y pocas veces ha sido desafiado, pues el hombre ha respetado de una forma notable todos los hechos relacionados con la muerte.

Pero este espíritu posee una debilidad, la cual se relaciona con el hombre o mujer que quiera perturbar, pues mientras estos no se atemoricen con la aparición del fantasma este no logrará su propósito y se verá obligado a dejar en paz al espíritu del fallecido, y no encontrará en él ni en su familia la diversión que tanto busca.

Uno de los motivos por los que el Coabay selecciona a sus víctimas es porque es capaz de leer el dolor y la inconformidad de la pérdida en sus corazones, oportunidad que no deja pasar por alto.

Se asume que este ronda las tumbas desprovistas de cruces cristianas, en las que ejecuta su cometido y que le teme a la presencia del guano bendito.  

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