En Ogunda Ika el que juega con candela tiende a quemarse: 4 Consejos

La casa del religioso regido por el signo Ogunda Ika es su templo, en este sitio donde la persona descansa y se encuentra con su familia no pueden tener acceso las perturbaciones.

Respete su ilé (casa) y a quienes viven bajo su techo,
tome en cuenta sus consejos y valore los sacrificios que estos hacen por usted,
bríndeles amor a sus hijos para que en el futuro estos no tengan nada que reprocharle.

1. Los espíritus serán un gran baluarte en su vida

En el signo Ogunda Ika es tabú:

Querer forzar el curso natural del destino, pues en ocasiones mientras el hombre más se aferra a lo que no puede ser, termina por alejarse de su verdadero camino.

Mantenga en su ilé atendidos a los espíritus y cuando tenga oportunidad ofrézcale una comida completa a los Eggun donde no falte:

El tabaco,
el aguardiente y
un ajiaco.

2. La ausencia de control lleva a Ogunda Ika a la ruina

La ausencia de control lleva a la ruina a este odun, en este signo la persona desorganizada y sin prioridades fracasa en la vida.

En esta letra el religioso debe crear un fondo monetario para que tenga una vejez sin preocupaciones.

Usted no puede vivir dependiendo de otros, debe emanciparse y conquistar su libertad para que tenga la solvencia económica que tanto necesita.

3. En este Ifá que el que juega con candela se quema

No intervenga en manifestaciones para que no salga herido.

Evite el uso de armas, pues este tipo de objetos no son para jugar ni pueden ser dejados al alcance de los niños.

Dice Orunmila en este Ifá que:

El que juega con candela puede quemarse, no haga tratos que sabe que no podrá cumplir, no prometa, no traicione y no diga mentiras para que todo en su vida marche bien, no tiente su buena suerte para que no se pierda en el camino.

4. Dice Orula que lo único que no puede perder Ogunda Ika es la dignidad

Respete el fuego, pues en este odun la persona se encuentra expensa a sufrir graves quemaduras.

No tome agua estancada, no frecuente lugares desolados ni brinde a todo el que conozca su amistad, pues no todo el que llegue a su vida merecerá tal privilegio.

Dice Orula que: