Los días previos al 4 de diciembre son ideales para realizar un novenario a Santa Bárbara, el cual puede terminar en vísperas de su festejo o el propio día de su santoral.
- También puede iniciar la Novena el día que usted necesite acercarse al poder de la santa.
Durante los nueve días de oraciones ininterrumpidas se invoca a la Santa para realizarle peticiones y darle muestras de fe, agradecimiento y devoción.
Este período de tiempo es útil para:
- Alimentar a nuestro espíritu,
- purificar el alma,
- unirnos a la santa patrona de los relámpagos y
- arrepentirnos de nuestros pecados con el fin de ser mejores seres humanos.
Cuarto día del novenario en honor a Santa Bárbara
Jesús mío dulcísimo.
Esposo divino de la esclarecida virgen y mártir Santa Bárbara a quien disteis el celo ardiente de predicar los misterios de la Santísima Trinidad y de la Encarnación del Verbo divino a su padre, gentil, bárbaro y cruel, no obstante que se exponía a los atrocísimos tormentos del martirio:
Suplico os, Jesús mío, por el celo fervoroso de vuestra amada Esposa, que me concedáis un celo verdadero de la salvación de las almas, aunque por salvarlas me exponga a muchos trabajos, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma. Amén.
Quinto día de la novena dedicada a la patrona de la artillería
Jesús mío dulcísimo, Esposo divino de la esclarecida virgen y mártir Santa Bárbara, a quien fortalecisteis con la paciencia invicta que necesitó para sufrir alegre y amorosa los atrocísimos tormentos de azotes, peines de hierro, hachas encendidas:
Suplico os, Jesús mío, por la constantísima paciencia de vuestra amada Esposa, que me concedáis una paciencia perfecta para sufrir los trabajos de esta vida, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y provecho de mi alma. Amén.
Sexto día de rogativas a Santa Bárbara mártir
Jesús mío dulcísimo, Esposo divino, de la esclarecida virgen y mártir Santa Bárbara, a quien disteis aquella humildad magnánima con que os decía en medio de la terribilidad de sus tormentos:
No me dejes, Esposo mío, de tu mano piadosa, porque sin Vos soy flaca, y con Vos todo lo puedo y con la cual puedo triunfar animosa de los tiranos:
Suplico os, Jesús mío, por la magnanimidad humilde de vuestra amada Esposa, que me concedáis una humildad profunda y elevada con que conozca mi flaqueza y la grandeza de vuestro infinito poder, y la gracia que os pido en esta Novena, si es para mayor gloria de Dios, honor vuestro y bien de mi alma.
Amén.
Para ver la novena completa le dejamos la guía de los rezos (hacer clic sobre el link azul):